El chico vivía junto a su mamá, su padrastro y una hermana pequeña en una casa del barrio Parquemar de esa localidad del Partido de General Alvarado.
El crimen de un chico de 16 por parte de un policía de la Bonaerense en Miramar provocó gran conmoción e indignación.
La localidad balnearia fue escenario de protestas de familiares y amigos, que exigen que se esclarezca las circunstancias del asesinato.
La víctima de este nuevo caso de gatillo fácil se llamaba Luciano Olivera y tenía 16 años. Ayer a la tarde, se había ido a jugar al fútbol con los amigos y después del “picadito” en el anfiteatro municipal, se juntaron a escuchar música en la casa de uno de ellos.
Alrededor de las 4 de este viernes, cuando volvía en moto -una Yamaha 125- a su casa, advirtió la presencia de un control policial y, asustado, escapó.
Pero un patrullero lo persiguió y un efectivo de la Bonaerense le disparó con su arma reglamentaria directo al pecho. Luciano cayó muerto en la esquina de las calles 9 y 34. Ahí lo encontró su familia, instantes después.
Más allá del fútbol con amigos, Luciano jugaba en el Club Once Unidos de Miramar. “Lamentablemente recibimos esta noticia que nos invade de tristeza. Si «ayer » estabas con nosotros cantando y festejando y hoy en un abrir y cerrar de ojos nos enteramos lo peor… Injusto por lo que pasaste, injusto quien arrebató tu vida. Nunca vamos a olvidarte Lu. Te lo juramos”, postearon en la cuenta de Facebook del club.
Luciano vivía junto a su mamá, su padrastro y una hermana pequeña en una casa del barrio Parquemar de esa localidad del Partido de General Alvarado.
“Es inmenso el dolor que sentimos, era una persona muy buena, no tenía maldad, para nada”, contó un amigo de Luciano que pidió resguardar su identidad.