Las víctimas fueron identificadas como Martín Fernández Loza y Agustín Orforte.
Un avión privado se despistó este miércoles mientras intentaba aterrizar en el aeropuerto de San Fernando y se incendió tras chocar contra una zona de viviendas. Según informaron fuentes oficiales, el siniestro dejó como saldo la muerte de los únicos ocupantes de la aeronave, el piloto y el copiloto, identificados como Martín Fernández Loza y Agustín Orforte.
Las víctimas tripulaban un Bombardier Challenger 300, operado por la empresa New Lines SA al servicio de la familia Brito, dueña del Banco Macro, y regresaban de Punta del Este.
Martín Fernández Loza, el piloto, tenía 46 años y era oriundo de Munro, en Vicente López, aunque actualmente residía en Martínez, San Isidro.
Contaba con una extensa trayectoria como piloto, habiendo trabajado para empresas como Top Air SA, Austral (actualmente integrada en Aerolíneas Argentinas), Servicios y Emprendimientos Aeronáuticos, Aviaser SA, Jet Clipper. En la actualidad volaba para la firma New Lines SA.
Loza había sido noticia a los 20 años por un hecho de inseguridad. Según señaló el diario Clarín en septiembre de 1998, fue víctima de un robo mientras viajaba en una formación del ferrocarril Belgrano Norte rumbo a Don Torcuato, parar asistir a clases de aviación.
Agustín Orforte, el copiloto, tenía 35 años. Según su perfil en la red social Facebook, residía en Castelar y había estudiado en la Universidad de Morón. Era empleado de Banco Macro y en su cuenta de LinkedIn se presentaba como piloto privado de avión de la Fuerza Aérea Argentina, de vuelos comerciales y con habilitación tipo Challenger 300, como en el que viajaba cuando falleció.
La investigación para determinar las causas del accidente quedó en manos de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.