“Rastrero, no llamamos a la policía, matamos”: hartos de la inseguridad, vecinos de Rosario colgaron carteles para amedrentar a ladrones y narcos

Varias consignas de este tipo aparecieron en pasacalles en distintas calles en una zona popular de la ciudad.

En medio de una fuerte polémica por la inseguridad, un barrio popular de Rosario amaneció este miércoles con pasacalles que advierten a los delincuentes que serán recibidos con “plomo” o serán “linchados” si son sorprendidos por los vecinos de la zona.

“Seguridad o plomo”, “El barrio se respeta”, “Rastrero, no llamamos a la policía, matamos” son algunas de las consignas que aparecieron en distintas calles del Barrio Rucci.

La aparición de este tipo de consignas coincide con la polémica por el crecimiento de la violencia narco en la ciudad con seis muertes en solo 20 horas. La ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, anunció que no enviará efectivos adicionales a Santa Fe a pesar de esta situación y argumentó que la tasa de homicidios en la Ciudad de Buenos Aires subió más que en esa provincia.

No es la primera vez que los vecinos del Barrio Rucci se organizan para visibilizar la situación de inseguridad que vive la zona.

El jueves pasado, unos 70 vecinos quemaron cubiertas y denunciaron la escasa presencia policial y el aumento de la ola de delitos que vive el barrio.

Las consignas que prometen aplicar la ley por mano propia fueron escritas en el reverso de varios pasacalles con los nombres de distintos candidatos a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de este domingo.

Otros carteles presentan inscripciones como “Justicia por mano propia”, “Vecinos en alerta” y hasta el dibujo de un arma de fuego.

El complejo Barrio Rucci fue fundado en 1978 y alberga a más de 10 mil personas.

Qué dicen los vecinos

Según los vecinos, en la zona hay un solo patrullero y seis policías.

“La gente está cansada, hace dos semanas que estamos sin teléfono e internet por el robo de cables, te roban las baterías y nunca hay patrullaje. Pero el tema de los carteles es un exceso, desmedido y fuera de contexto”, dijo Melisa, una comerciante del barrio, citada por el periódico.

Otra vecina explicó que los carteles fueron colocados por un grupo de hombres que “decidió montar una vigilancia nocturna y diurna. Se asignan turnos y caminan las calles”, contó.

Y afirmó: “Están comunicados. Si identifican a alguien en actitud sospechosa o suena una alarma”.

Otro de los vecinos, cansado de la ola de inseguridad, dijo a La Capital: “Si encuentro a uno en mi auto, lo parto al medio. No estoy de acuerdo con eso de linchar a un cartonero, no voy a llamar a nadie para pegarle a un ladrón. Pero ¿vos qué hacés si te corren cinco tipos. Si tengo un fierro (un arma) les tiro”, dijo.

Y concluyó: “La gente se hartó. Levantas el teléfono y no anda, tampoco tenés internet. Salís a la calle y te das cuenta de que te robaron la batería del auto y le afanaron a tu vecina. Acá no hay chorros, porque es toda gente trabajadora”.