Pese a su afección que le impedía movilizarse, el hombre de 51 años, condenado por la justicia italiana. Utilizaron bomberos y un carro de asalto en el operativo de traslado.
La Policía Federal recapturó a hombre que sufre de obesidad mórbida, con 220 kilos de peso, que había logrado escapar de la prisión domiciliaria que cumplía en la localidad balnearia de Mar del Tuyú y fue localizado en Ingeniero Budge.
A pesar de no poder caminar por su delicado estado de salud, Antonio Alejandro Mirabó, quien fue condenado a 30 años de prisión por la justicia italiana por delitos sexuales y contra la propiedad, dos meses atrás se fugó de la casa que había alquilado en la costa en la que cumplía la domiciliaria, mientras esperaba una audiencia en el marco de un juicio de extradición.
Una vez localizado por efectivos de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la Policía Federal en un domicilio de Ingeniero Budge, en el partido de Lomas de Zamora, el hombre de 51 años tuvo que ser sacado del lugar en el que se encontraba postrado con ayuda de bomberos de la zona y trasladado en un carro de asalto, indicaron voceros policiales.
La División Canes y Explosivos del Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal Argentina (PFA) participó del operativo realizado en una vivienda situada en Elcano al 200.
Un hombre y una mujer comenzaron a ser investigados en torno al caso por el posible delito de encubrimiento, aunque por el momento no habían sido detenidos.
Sobre Mirabó pesaba una orden de Captura Internacional a pedido de las autoridades judiciales de Italia, mediante una Notificación Internacional de Índice Rojo, por el delito de “Hurto, Robo agravado, Falsificación de Documentos, Violencia Sexual, Amenazas y Secuestro de Persona”.
Los hechos que se le imputan a Mirabó ocurrieron en el país europeo, desde el año 1993 hasta el 2013 y por los mismos había sido condenado a 30 años de cárcel.
En junio pasado, el hombre había sido capturado en Mar del Tuyú, pero por su estado se le había fijado prisión domiciliaria en una casa que alquilaba.
En agosto, agentes federales se presentaron en el domicilio costero para llevarlo a declarar en los tribunales de Dolores, pero no lo encontraron.
Poco después, Mirabó sumó otra acusación en su contra, ya que el dueño de la propiedad que alquilaba lo acusó de apropiarse de un televisor, una garrafa, un colchón, un equipo de música y almohadas. Tras su recaptura, el hombre quedó a disposición del juez federal de Dolores Martín Bava.