La Policía aclaró un presunto hecho de robo denunciado en un domicilio de avenida 9 de Julio al 3600, en la zona de La Liguria, tras ampliar la información aportada por una mujer de 28 años, identificada con iniciales S.S.
Según consta en la denuncia, la joven había informado la sustracción de electrodomésticos, muebles, una suma de dinero en efectivo y dos vehículos pertenecientes a su padre, H.M.A.S., de 81 años, quien falleció el pasado 13 de diciembre.
En el marco de la investigación, personal policial se entrevistó con H.E.T. (44), quien declaró ser asistente personal del hombre fallecido desde hacía cinco años. El mismo explicó que uno de los vehículos, un Renault Sandero, se encuentra en su poder ya que le había sido entregado por el propio H.S. para cumplir tareas de asistencia, mientras que el Peugeot estaría en poder de A.S., hijo mayor del fallecido.
De acuerdo a lo manifestado, los bienes y muebles habrían sido trasladados por un acuerdo familiar previo, desconociendo el declarante su paradero, y aseguró no tener conocimiento sobre la existencia de dinero en efectivo.
La fiscalía interviniente dispuso la notificación de actuaciones y la recepción de declaraciones testimoniales, sin ordenar por el momento medidas sobre los bienes denunciados. El hijo del fallecido y su pareja se comprometieron a presentarse ante la Policía para brindar su versión de los hechos.
El sorteo se realizó en el marco de las políticas habitacionales que impulsa el Gobierno provincial, destinadas a dar respuesta a familias que esperan desde hace años acceder a la casa propia.
Historias que reflejan la esperanza
Entre las adjudicatarias, Estela Maris Sosa expresó su profunda emoción al ser beneficiada: “No tengo casa y lucho día a día por mi hija. Este hogar es un regalo muy grande, porque el día que no esté, al menos mi hija va a tener un techo”.
Por su parte, Alicia Noemí Córdoba señaló: “Es el sueño de toda mi vida, y por mi hija. Para mí es muy importante, me devolvieron la vida. Es una bendición muy grande”.
El acto estuvo marcado por la emoción de las familias adjudicatarias, reflejando el impacto social de estas políticas públicas orientadas a garantizar el derecho a la vivienda.

