La averiguación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, conocida como Pandora Papers, dejó en evidencia otra vez el patrimonio no declarado y los secretos financieros de la familia Macri.
La investigación liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y conocida desde este domingo como Pandora Papers arrojó nuevos datos sobre cuentas de argentinos en paraísos fiscales y expuso otra vez el patrimonio no declarado y los secretos financieros de la familia Macri, al revelar la existencia de la sociedad offshore TNB Investments Limited, creada en Belice en 2016 por Mariano Macri, uno de los hermanos del exmandatario y autor del libro en el que denunció «la trama de poder, política y negocios» del exjefe de Estado y fundador del PRO.
TNB Investments Limited no aparece registrada ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y Mariano Macri fue su controlador, de acuerdo a la información obtenida en los archivos que fueron analizados por los 150 medios que participan de la pesquisa, por la Argentina elDiario Ar, Infobae y La Nación.
Según una fuente que intervino en la conformación societaria, Mariano Macri quería abrir una cuenta bancaria para recibir 2,6 millones de dólares -un pago inicial de 350.000 dólares y treinta cuotas posteriores de 75.000 dólares- como parte de un retiro de dividendos en su rol de accionista de Socma.
Con ese fin se constituyó TNB Investments, que inicialmente tuvo un capital de 50.000 dólares, y creada a través del estudio jurídico Alemán, Cordero, Galindo & Lee (Alcogal), un bufete de abogados de Panamá que se especializa en los servicios a multinacionales, inversionistas financieros y millonarios, según publicó este lunes el diario El País, otro de los medios que participan del consorcio internacional que este domingo difundió los Pandora Papers.
Consultado por ICIJ, un vocero de Mariano Macri confirmó que TNB Investments pertenecía al hermano del expresidente, aunque negó que haya movilizado fondos.
«La abrió para hacer algunos negocios que nunca se concretaron vinculados a la tecnología, como monederos electrónicos. Nunca la utilizó, ni llegó a tener activos, ni cuentas bancarias asociadas», aseguró.
TNB Investments Limited registró otra ramificación offshore que revela la ingeniería financiera y el entramado societario de los Macri fuera del país.
Según los Pandora Papers, la sociedad de Mariano Macri tuvo como directora, a su vez, a Corporate Manager Limited, otra empresa «fantasma», también constituida en el paraíso fiscal de Belice, en la costa este de América Central, y de la que por ahora no se conocen más datos, salvo que continúa activa hasta la actualidad.
Además, los documentos que integran la investigación de ICIJ hacen mención a una tercera sociedad, identificada como Reata Pacific Ltd, en este caso registrada en las Islas Vírgenes Británicas.
Según investigó la justicia argentina, Reata Pacific Ltd tuvo dos cuentas bancarias por unos 25 millones de dólares (21,4 millones de euros) y estuvo controlada, a su vez, por el fideicomiso Quiñel Trust, radicado en el principado de Liechtenstein.
Este último fue creado en noviembre de 2000 con la madre de Macri, Alicia Blanco Villegas, como beneficiaria y fiduciante, con el propósito, según las declaraciones de la familia Macri, de organizar su herencia entre sus hijos y sus nietos.
La semana pasada, un reciente informe de la AFIP difundió que otro de los hermanos de Mauricio Macri, Gianfranco, había declarado como propias las cuentas bancarias del fideicomiso Quiñel Trust cuando, en rigor, pertenecían a su madre, Alicia Blanco Villegas, quien estaba excluida del beneficio del blanqueo de activos en el Exterior.
De hecho, el artículo 83 de la ley de blanqueo de capitales sancionada por el Congreso en 2016 estableció que los «cónyuges, los padres y los hijos menores emancipados» de los funcionarios quedaban impedidos de hacerlo.
La revelación sobre el fideicomiso Quiñel Trust, que llegó a administrar 25 millones de dólares, fue profundizada por el diario Ámbito Financiero, desde donde consignaron que «Quiñel posee el 100% de las acciones de Reata Pacific Ltd, BVI, que a su vez era titular de dos cuentas bancarias» y que los «derechos del fiduciante» eran administrados por el banco Credit Suisse Trust AG en representación de «Alicia Beatriz Blanco Villegas, con quien figura un contrato firmado».
Por otro lado, en los Panamá Papers también aparecen mencionados el ecuatoriano Jaime Durán Barba, asesor de Mauricio Macri y de las campañas electorales de Cambiemos; los empresarios de la industria farmacéutica Marcelo Figueiras (Laboratorio Richmond) y Hugo Sigman (Grupo Insud); Zulema Menem, hija del fallecido expresidente, y el exsecretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, fallecido en 2016.
Los investigadores de los Pandora Papers, de todas formas, resaltaron que la apertura de una sociedad en un paraíso fiscal no constituye de por sí una actividad ilícita, aunque quienes no declaren esa cuenta ante la autoridad impositiva sí puede incurrir en un delito de evasión o elusión fiscal e incluso lavado de dinero.
De hecho, por ejemplo, fuentes de Laboratorios Richmond, de Figueiras, indicaron a Télam que el ICIJ ha podido corroborar con documentos que la cuenta que figura en los Pandora Papers se encuentra correctamente declarada ante las autoridades tributarias.
En el caso de Muñoz, de los Pandora Papers surge que desde 2010 y a través de distintas sociedades él y su esposa, Carolina Pochetti, compraron propiedades en Estados Unidos valuadas en 70 millones de dólares, mientras que a partir de 2013 aparecieron como titulares de las sociedades offshore Gold Black Limited y Old Wolf Limited.
Argentina figura entre los tres países con más beneficiarios finales detectados en las cuentas off-shore consignadas en los Pandora Papers, con una mayoría radicada en las Islas Vírgenes Británicas (un total de 1981 compañías) mientras que el resto se constituyeron entre Belice, Panamá y Estados Unidos.