Revelaron un dato indignante del accidente náutico en el que murió la nieta de Cris Morena: de qué se trata

Mientras avanza la investigación formal, las lagunas legales respecto a la obligatoriedad de las licencias para conducir embarcaciones vuelven a estar en el foco de la polémica.

La Guardia Costera de Estados Unidos avanza con la investigación para determinar las condiciones en las que se produjo el choque de una barcaza a un velero en Miami, el cual provocó la muerte de Mila Yankelevich, de 7 años, Arielle Buchman, de 10, y Erin Ko de 13.

El capitán Frank Florio de la Guardia Costera confirmó el jueves que le hicieron pruebas de alcoholemia y narcotest a las tripulaciones de las dos embarcaciones. Aunque por el momento no se publicó un comunicado oficial al respecto, las autoridades dieron a entender que los exámenes dieron negativo, informó el diario Clarín.

Los investigadores también indagarán si el conductor de la barcaza contaba con la licencia adecuada para navegar. En este sentido, expertos marítimos ya advirtieron que existen algunas “lagunas legales” respecto a los requisitos.

En Estados Unidos, la licencia federal (USCG) que se exige a los operadores de barcazas no es obligatoria en todos los casos. Si la embarcación tiene menos de 26 pies – casi 8 metros- no se requiere que el capitán tenga licencia. El único requisito es que sea ciudadano estadounidense.

Hasta el momento, la Guardia Costera no confirmó de cuánto era la eslora de la barcaza. Tampoco se informó oficialmente quién es el dueño, qué empresa estaba a cargo del remolque, ni de qué lugar exacto zarpó.

Sí se supo que la barcaza que embistió al velero transportaba una grúa y otros materiales de construcción, los cuales podrían haber obstruido la visión del operador del remolcador desde la cabina del piloto.

Por otro lado, las reglas de la Guardia Costera especifican que “todo buque deberá mantener en todo momento una vigilancia adecuada, visual y auditiva, así como por todos los medios disponibles apropiados a las circunstancias y condiciones prevalecientes, a fin de hacer una evaluación completa de la situación y del riesgo de abordaje”. En este sentido, no está claro si había un tripulante de cubierta en la proa como encargado de la vigilancia, según publicó el Miami Herald.

“El capitán que manejaba el remolcador que empujaba la barcaza no tenía licencia para conducir este tipo de naves”, aseguró el periodista Martín Candalaft y agregó: “Aparecieron testigos, dos obreros que dijeron no haber escuchado ninguna bocina ni alarma por parte de la barcaza. Otros testigos afirmaron que uno de los tripulantes advirtió al operador del remolcador que se estaba cruzando un velero y, aparentemente, el operador no llegó a desacelerar o hacer algún tipo de maniobra”.