Desconocidos dejaron una nota debajo de la puerta de su casa en barrio Tablada. Minutos antes, un joven amenazó a la empleada de una panadería.
Una familia recibió una nota amenazante en su casa del barrio Tablada, situada a sólo 30 metros del Destacamento Móvil 2 de Gendarmería Nacional, en un hecho que ocurrió en vísperas del fin de semana largo, pero que trascendió en las últimas horas, tras denuncias policiales y judiciales presentadas por éste y por otro episodio similar ocurrido en el barrio Uriburu.
Según informó La Capital, en la vivienda ubicada cerca del citado Destacamento que se encuentra sobre la avenida San Martín, entre Rueda y Virasoro, dejaron una nota por debajo de la puerta, en la que desconocidos indicaron: “Viejo devolvé la casa. Este es el primer aviso. El segundo te hago desaparecer”.
“Eran las siete y diez cuando tiraron la nota. Yo no entendía nada, así que llamamos a la Policía y en un ratito estaba el barrio lleno de móviles y efectivos de la PDI, de Prefectura y de la Gendarmería”, señaló uno de los habitantes de la casa en diálogo con el medio rosarino.
La amenaza revolucionó a los vecinos de esa parte de Tablada, quienes llenaron el grupo de WhatsApp de mensajes de apoyo y de búsqueda de imágenes de los autores de la misma entre las cámaras de seguridad, mientras muchos de ellos se agolparon en la puerta de los habitantes atacados para darles su apoyo solidario.
Un hecho similar poco antes
Unos 20 minutos antes y a unas 28 cuadras, un joven amenazó a la empleada de una panadería de Milán al 2100, en el barrio Uriburu, también situado en el sur de Rosario, informaron fuentes de la zona a La Capital.
Dos hombres llegaron a las 18:50 del pasado miércoles en un vehículo Volkswagen Surán negro por la calle Milán al 2100, pararon frente a una panadería situada antes de llegar a Bulevar Oroño, el joven que iba como acompañante bajó y el otro lo esperó en el auto, según puede observarse en cámaras de videovigilancia de la zona.
El sujeto, de unos 25 años y vestido con buzo con capucha, vaquero, zapatillas y una gorrita de Newell’s con la visera hacia atrás, entró a la panadería y profirió la amenaza de que “dejen la casa o va a haber balas para todos” a la empleada, luego de lo cual huyó, llamado a los bocinazos por su acompañante, quien posiblemente se percató de la existencia de cámaras de video en el barrio.
En ese sector del barrio Uriburu opera una banda dedicada al narcomenudeo que estaría detrás del intento de ocupación de la vivienda donde funciona la panadería para instalar allí un bunker de venta de drogas, según informaron a La Capital fuentes vinculadas a la investigación.