Sube la tensión entre ambos países tras las recientes declaraciones del presidente francés Emmanuel Macron.
Rusia citó a los embajadores de Francia y el Reino Unido por las declaraciones de sus líderes políticos sobre un posible despliegue de tropas de la OTAN en Ucrania y sobre el derecho de Kiev a asaltar objetivos en territorio ruso con armamento occidental. En este marco, las autoridades rusas señalaron especialmente en el caso de París, que se convertiría en un «objetivo militar legítimo» de las Fuerzas Armadas que responden a Moscú, según la vocera del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova.
La portavoz alertó en una conferencia de prensa «si Francia aparece en la zona de conflicto serán inevitablemente objetivos bélicos». «Me parece que París ya cuenta con pruebas de esto», afirmó.
Anteriormente, el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo que las declaraciones de líderes mundiales como el presidente francés Emmanuel Macron provocaron la necesidad de Rusia de realizar ejercicios nucleares. «Si me preguntan de qué declaraciones de representantes occidentales estamos hablando, es obvio que estamos hablando de una declaración del señor Macron», indicó el portavoz.
En este marco, Peskov, que también criticó las palabras de representantes británicos como el ministro de Exteriores, David Cameron, quien dijo que Ucrania podría atacar a Rusia con armas entregadas por el Reino Unido.
Además, las autoridades rusas llamaron a su embajador en Francia, Pierre Levy, para protestar por esta cuestión, mientras París acusa a Moscú de «intimidación y manipulación» en relación con dicha convocatoria.
Rusia calificó a los occidentales como «los descendientes de Napoleón y Hitler»
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, denunció en víspera del Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, que «los descendientes de Napoleón y Hitler junto con los anglosajones quieren, una vez más, asestar a nuestro país una derrota estratégica». En este sentido, el canciller ruso aludió a Francia, Alemania, Estados Unidos y el Reino Unido, quienes supuestamente quieren someter a Rusia «a sus egoístas intereses hegemónicos».