Sabrina Garciarena contó lo mal que lo está pasando: «Vivo una tortura»

La actriz y pareja de Germán Paoloski abrió su corazón y por primera vez relató un problema que la aqueja hace largos años.

Alejada por estos días de la pantalla, Sabrina Garciarena está en una etapa de su vida en la que se abocó al teatro. En la comedia Madres, que se presenta en el Paseo La Plaza los viernes y sábados, la actriz le da vida a una mamá que muestra una forma particular de vivir la maternidad, muy diferente a la que proponen las otras mamis actrices: Viviana Puerta, Flor Otero y Anita Martínez.

«No está muy lejos lo que contamos en el escenario de lo que nos pasa a nosotras en nuestras vidas cotidianas», reconoció Sabrina en diálogo con Mariana Brey, Nico Peralta y Mona Carballo para el ciclo radial Detrás de escena, que sale de lunes a viernes a las 15 por AM 540.

Mamá de León, Beltrán y Mía, fruto de su relación con Germán Paoloski, Sabrina se definió como «una mamá muy presente, que lee mucho y que se prepara para darle lo mejor a sus hijos». Y continuó: «Además, tuve padres muy cariñosos, entonces les doy lo mejor posible aunque sé que cuando sean adolescentes me van a reprochar mil cosas».

«¿Tenés ganas de tener otro bebé?», preguntó sin anestesia la Brey. Y Garciarena no vaciló: «Te soy sincera: no creo que me anime pero me encantaría uno más. A veces lo hablo con Germán y él una vez me dijo que estaba loca pero el otro día cambió de opinión y me respondió. ´Bueno, pensémoslo´. No me dice un no rotundo y así estamos bien».

«Mi personaje es una mamá primeriza que cree en la maternidad romántica y a mí me pasaba también con León, que fue mi primer hijo y también estaba parada en ese lugar. Si me tengo que autodefinir, no soy una mamá práctica. Hago todo con amor pero llevo tres embarazos con tres bebés que no duermen nunca hasta que tienen 3 o 4 años», relató.

«En ese sentido, vivo una tortura pero por otro lado no concibo otra manera de maternar. Es lo que ellos me demuestran que necesitan. No trato de acoplarlos a mi mundo sino yo adaptarme a lo que percibo que ellos necesitan. No sé si está bien pero sí te digo que vivo muy cansada y eso repercute en la paciencia», reveló.

«¿No dormir repercute en la pareja?», quiso saber Peralta y Garciarena se explayó. «Germán trabaja mucho y se pasa mucho tiempo afuera de casa, entonces esa parte lo hace más llevadero. El puede dormir y yo lo intento pero bueno, son etapas. Esta mañana, por ejemplo, que dejé a los tres en el jardín, fuimos a desayunar juntos con Ger y tenemos nuestros momentos. Los sábados salimos juntos y siento que somos más novios que marido y mujer. Me divierte que sea así y no estar todo el día pegados», comentó.