Los directivos no ven mejorías sino errores que se repiten, resultados que no llegan y el Colorado, que asumió en enero, podría no dirigir contra Vélez el fin de semana.
En Huracán ya se quemaron una vez, dos veces, y no quieren repetir la experiencia. En algún momento sostuvieron más de lo aconsejable a un Diego Dabove cuyo ciclo daba indicios de estar terminado (más allá de un buen arranque) y lo mismo hicieron luego con Sebastián Battaglia, a quien apostaron sin éxito complicándose la vida en un año como el pasado que debía ser tranquilo y se transformó en una tortura.
El ciclo de Sava, increíblemente corto, parece cerca del final. La derrota con Gimnasia lo precipita, pero el equipo ya viene dando señales para nada positivas desde su mismo inicio. En la Comisión Directiva ya son varios los que creen que se trata de un ciclo cumplido y que es momento de un volantazo en un año muy especial en el que, como si fuera poco, hay un clásico con San Lorenzo en lo inmediato (fecha 7) y elecciones en unos meses (previstas para junio).
La gota que colmó el vaso es este partido frente a Gimnasia que se le presentaba favorable, con el resultado a favor y la impaciencia de la gente del Lobo, pero los problemas vienen de lejos y se repiten. Las falencias defensivas, por caso, son las mismas que se percibían en los amistosos disputados en Uruguay como parte de la pretemporada.
Si bien todavía no hay -al menos no se conoce oficialmente- una decisión tomada, nadie puede asegurar que el Colorado vaya a dirigir el fin de semana contra Vélez y esta mañana de miércoles el propio presidente David Garzón se acercó a La Quemita, lugar de entrenamiento del plantel, una cuestión que es poco habitual.
v Hasta el momento, Huracán apenas suma cuatro puntos en cinco partidos, producto de una sola victoria (ante Banfield en la primera fecha), un empate (Independiente, en la jornada pasada) y tres derrotas: Independiente Rivadavia, Talleres y Gimnasia. Pero lo más preocupante -amén de los resultados- es que los errores se repiten y no se vislumbran mejorías. Eso es lo que llevaría a los directivos a tomar la decisión de prescindir de Sava cuando ni siquiera pasó un mes y medio de su asunción como técnico.