Un 26 de junio de 2011, el Millonario escribía una de las páginas más oscuras de su galardonada historia. River empataba con Belgrano 1 a 1 ante la atónita mirada de un estadio Monumental repleto y caída a la B Nacional.
Este 26 de junio se cumplen 13 años del descenso de River Plate a la segunda división del fútbol argentino. Luego de empatar 1 a 1 en el Estadio Monumental ante Belgrano de Córdoba y con un resultado global de 3 a 1 (producto del triunfo en el partido de ida de los cordobeses en barrio Alberdi), el Millonario empezaba a escribir la página más oscura de su historia.
Para entender el contexto, el fútbol argentino se regía bajo el sistema de promedios. Es decir, se contabilizaban las tres últimas temporadas y los dos equipos que terminaban últimos en la tabla general descendían, mientras que aquellos que culminaban en las posiciones 17° y 18° debían disputar partidos de ida y vuelta ante el 3° y 4° del Nacional B.
Si bien River no tuvo un mal desempeño ese torneo, el arrastre de malas campañas en el pasado lo llevó a tener que disputar la promoción contra Belgrano de Córdoba. Ni el más pesimista hincha millonario pensaba que su equipo caería a la segunda división.
Pese al mazazoque significó la derrota por 2 a 0 de visitante en Córdoba por el partido de ida, la ilusión de mantener la categoría de los fanáticos riverplatenses estaba intacta, pero la historia tuvo un fin distinto al que esperaban.
El 26 de junio de 2011, un domingo soleado pero extremadamente frío y con un Monumental repleto, el equipo que dirigía J.J. López se puso rápidamente en ventaja con un bombazo de Pavone que llevó algo de tranquilidad a los hinchas. El tiempo corría y el nerviosismo se sentía en el estadio.
El segundo tiempo se puso en marcha y el Millo no podía convertir ese gol que culminara con esta pesadilla. Hasta que, en una jugada impensada y que contó con varios errores defensivos por parte de River, Farré clavó un zapatazo mortal que Carrizo no pudo contener y el pirata cordobés empató el encuentro. El estadio quedó petrificado.
Con el partido empatado y con un poco menos de 30 minutos en juego, River necesitaba convertir ahora dos goles para seguir en Primera. Un par de minutos después, el árbitro Sergio Pezzotta pitó un polémico penal a favor de La Banda, pero Pavone no pudo cambiarlo por gol y las ilusiones millonarias quedaron sentenciadas mientras Olave resguardaba la pelota atajada desde los doce pasos.
Llegados los minutos finales, los hinchas locales no soportaron ver el triste desenlace de su equipo y comenzaron los lamentables incidentes que, posteriormente, se trasladarían por fuera del estadio.
Un año tardó el Millonario en volver a la máxima categoría del fútbol argentino. El conjunto que comandó Matías Almeyda quedó primero esa temporada con 73 puntos, producto de 20 triunfos, 13 empates y 5 derrotas, entre las que se destacan las caídas ante Boca Unidos de Corrientes y Atlanta, para dar unos ejemplos.
River, durante su lapso por la segunda categoría, tuvo que afrontar infinitas dificultades y fue el foco de cargadas de la mayoría de los demás clubes. Además, los fanáticos riverplatenses debieron ver cómo su rival de toda la vida, Boca Juniors, se consagraba campeón invicto del Torneo Apertura 2011.
Como rezaba el recordado cartel que llevó un hincha el día del ascenso de River, fueron «363 noches» las que los millonarios tuvieron que afrontar para ponerle punto final a esa pesadilla que jamás pensaron vivir.