«Se negó a pagarnos, dormíamos en el piso y no teníamos baño», reveló uno de los chaqueños víctimas de explotación

Uno de los 22 chaqueños que fueron víctimas de explotación laboral, quienes se reencontraron esta madrugada con sus familiares en Pinedo, contó el calvario que vivió junto a sus compañeros durante 14 días en la localidad salteña de Tartagal.

El hombre, que fue quien llamó a la Línea 145 para informar sobre la explotación y de quien se resguarda su identidad por razones judiciales, relató que el dueño de un campo les ofreció trabajo para un “despale, que es cuando pasa una máquina o topadora, juntar los palos sueltos y quemarlos”.

Pero al llegar a Tartagal el 19 de octubre, se encontraron con la primera contradicción: el trabajo era otro, de “desmonte, eliminar las plantas y sacarlas de raíz”. Junto a sus compañeros cumplían estrictamente el horario diario de 6:00 a 12:00 y de 14:00 a 19:00 horas.

Según la denuncia, los términos acordados con el propietario del ejido incluían el pago con un monto de dinero por día, mercaderías para alimentarse y una casa con camas para un buen descanso.

“La propuesta era que nos iba a dar una casa y una cama para estar bien. En ese punto también nos falló porque nos compró un rollo de nylon para que nos armemos una carpa y teníamos que dormir en el piso con nuestras frazadas y colchones que alcanzamos a llevar. Baño no teníamos”, detalló el trabajador.

Y agregó: “Los primeros cuatro días nos dieron mercadería para que nos hagamos comida. Después le pedíamos algo que nos faltaba y se demoraban en traernos. A partir del sábado nos cortaron y no nos dieron más nada. Incluso juntamos unos pesitos que llevamos, le quisimos comprar y tampoco quisieron”.

“El dueño del campo no estaba cumpliendo con el arreglo que había prometido, que nos había ofrecido un precio o monto por día, y cuando trato de arreglar ese problema, se negó a pagarnos. Cuando quisimos regresar a nuestro pueblo porque la propuesta no se cumplía, él se negó y dijo que nos llevó por un mes, que era un contrato”, señaló.

En su testimonio, narró que este último fin de semana pudo llamar a la Línea 145 para alertar sobre la situación. “El lunes a última hora, cerca de las 7 de la tarde me dice que nos preparemos urgente, que nos van a sacar al pueblo, nos van a sacar a orillas de la ruta y que nos arreglemos: ‘Ustedes hagan lo que quieran, si tienen que denunciarme háganlo’”.

Además, aseguró que recibieron amenazas: “El domingo me llama y me dice ‘no queremos que nadie se mueva de este lugar porque si alguien se llega a mover no sabe lo que le puede pasar por el camino’”.

“Yo me preocupaba por la lejanía y por lo que iba a decir nuestra familia, nuestros hijos, cuando lleguemos con las manos vacías”, reveló.

Luego de dos días de investigaciones, agentes de la Policía y de la Justicia lograron rescatarlos. En el camino de regreso, la preocupación creció debido a que comenzó a llover, pero los agentes intervinientes se encargaron de ubicarlos en un lugar ameno.

En los procedimientos intervinieron agentes da Policía de Chaco, del Departamento de Lucha contra la Trata, y de Salta. Asimismo, la Justicia federal de la vecina provincia y la Justicia provincial chaqueña.

“No nos dio nada, ninguna solución, no nos pagó los días que estuvimos. Quiero una respuesta, que no quede así, porque le hicimos bastante trabajo en el tiempo que estuvimos”, pidió la víctima.