«Se podría haber evitado»: volvió de un viaje, se sintió mal, creyó que era gripe y murió a las pocas horas

Falleció por una enfermedad contra la que se había vacunado pero se enteraron de una carencia en esa inmunización.

«En cuestión de horas, nuestras vidas quedaron destrozadas por la devastadora noticia de que Bella había sufrido un daño cerebral extenso y no se esperaba que sobreviviera», indicaron sus padres, Blair y Jodie Fidler, a través de un comunicado.

Tras recibirse de abogada, la joven australiana de 23 años decidió festejar con un viaje y murió de manera repentina al regresar.

De acuerdo con su familiares, no padeció ningún síntoma durante su estadía en la isla de Bali, Indonesia.

Pero días después de volver a Austrapia, comenzó a sentir un malestar que creyeron que era una gripe.

Al acentuarse los dolores, concurrió a un hospital de Gold Coast, donde le realizaron varios estudios y detectaron que sufría una meningitis bacteriana.

Y murió a pesar de haberse vacunado contra esa enfermedad en la secundaria. Pero en ese momento los familiares se enteraron de que la cepa específica que contrajo no estaba cubierta por el programa nacional de inmunización.

«Más tarde nos enteramos de que el calendario del programa nacional de inmunización no incluye la mortal cepa meningocócica B. Su muerte se pudo haber evitado», cuestionaron.

Tras la muerte de Bella, sus parientes decidieron hacer público el caso para concientizar acerca de esta enfermedad, que se puede evitar con la aplicación de la vacuna para la cepa b.

«Una muerte súbita como esta envía ondas de choque que resuenan mucho más y por más tiempo de lo que nadie puede imaginar», expresaron los padres de Bella.

Y añadieron: «Bella personificó la alegría por la vida y nos sentimos muy bendecidos de que haya podido tener tantas experiencias y aventuras maravillosas durante su corto tiempo aquí en la tierra».