Las participantes protagonizaron un tenso intercambio que no llegó a buen puerto y la casa se volvió a fragmentar.
Camila y Ariel fueron los participantes que llegaron a Gran Hermano en la mitad de la competencia y la realidad es que desde el primer momento les costó muchísimo integrarse al resto del grupo. La primera, pegó mucha onda con Alfa pero el resto de las chicas lo ven como una jugada maestra porque creen que él es fuerte para el afuera y Camila se está aprovechando de la situación.
Esa desconfianza hizo que la fueran dejando de lado y la joven empezara a sentirse incómoda. Tal es su sensación de soledad que en los últimos días rompió en llanto varias veces y no pudo repuntar. Sus compañeros, que estaban acostumbrados a verla todo el día bien arriba, bromeando y cantando, notaron que algo pasaba.
Al final, Daniela, Romina, Julieta y la Tora la buscaron en el cuarto para hablar y aunque con las 3 primeras, Camila limó asperezas, con Lucila la cosa terminó mal. Sucede que entre ellas nunca hubo onda y a medida que pasan los días, el vínculo se tensa más.
La Tora: vos preferiste quedarte con que yo te hice algo en lugar de hablarme
Camila: yo no hablé mal de vos ni te tiré mala leche, sólo te dije que hay cosas que hacés para meter cizaña, que yo no lo hago.
La Tora: decime igual las cosas desde el jueves en adelante porque desde ahí, la realidad es que yo no te creo nada y no me interesa tener una relación con vos. Siento que usás muchas cosas para jugar y no te creo nada.
Camila: vos decís que me hago la pobrecita y que digo que me hacen bullying pero es mentira. Lo decís para meter cizaña. Me llevo bien con las chicas pero no con vos. Por eso te voté y lo aclaré.
La Tora: votame lo que quieras pero no me vengas a decir ‘Torita’… no te creo nada. Andrea del Boca un poroto. Tomatelá.