Ayer se realizaron tareas de rastrillaje en un cementerio de 9 de Julio. Hoy se supo qué encontraron en ese lugar.
La tranquilidad habitual del cementerio de 9 de Julio fue rota abruptamente esta semana cuando un operativo policial llevó a la exhumación de una tumba en busca de pistas sobre la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de 5 años cuya ausencia mantiene en vilo a la comunidad desde hace 28 días.
Las expectativas eran altas. La Policía Federal Argentina (PFA), en coordinación con el equipo del abogado de la familia Peña, Fernando Burlando, había centrado su atención en una parcela del cementerio, con la esperanza de encontrar alguna pista relevante. Esta tumba, en particular, había sido utilizada el mismo día en que se celebró un almuerzo en la casa de Laudelina, abuela de Loan, un evento clave en la cronología de los hechos.
El procedimiento para obtener la autorización de exhumación había llevado varios días. Finalmente, con el permiso en mano, los peritos rompieron la losa funeraria, un momento que capturó la atención de todos los presentes y de aquellos que seguían el caso con interés y esperanza. Sin embargo, la operación concluyó con un resultado desalentador: dentro de la tumba solo encontraron una vieja manija de un féretro, sin rastro alguno de Loan ni de cualquier otra evidencia relevante.
El hallazgo, o más bien la falta de él, sumó otra capa de incertidumbre y desesperación para la familia Peña y la comunidad. Mientras tanto, la investigación sigue su curso con un foco particular en el comisario Walter Maciel, uno de los siete detenidos en relación con el caso. Maciel está acusado de ocultar información crucial que podría esclarecer el paradero del niño.
En paralelo, Fernando Burlando, incansable en su búsqueda de la verdad, ha decidido realizar un nuevo recorrido por el campo cercano a la casa de la abuela Catalina. Este nuevo esfuerzo busca encontrar algún indicio que pueda finalmente dar un giro positivo en el caso de Loan.