Según economistas, entre el 60 y 80% del ajuste fiscal recae sobre el sector privado

Diego Giacomini, ex socio del actual presidente Javier Milei, y el exministro de Finanzas, Alfonso Prat Gay, dimensionaron el impacto que tendrán las medidas de recorte anunciadas por el gobierno nacional.

El ex socio de Javier Milei y economista, Diego Giacomini, y el ex ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación, Alfonso Prat Gay, pusieron números al ajuste fiscal que surge de las medidas anunciadas por el actual ministro de Economía, Luis Caputo, y dimensionaron qué parte recae sobre el sector privado y qué parte afronta el sector público o “la casta”, como denomina a la política el propio presidente de la Nación, Javier Milei.

Los cálculos no son iguales. El que hace Prat Gay sostiene que un 82% del ajuste total estimado en 5,1% del PBI deberá pagarlo “la gente de bien”, como puede leerse en un gráfico que compartió en sus redes sociales. Es decir, el sector privado. En concreto, sobre el recorte total, un 4,2% recae sobre el sector privado, y el restante 0,9% por “la casta”, incluyendo aquí la pauta oficial (suspendida por un año), la reducción de cargos políticos y otros gastos de funcionamiento del Estado nacional, el 30% del gasto de capital y el 60% de las transferencias corrientes a las provincias.

Para el exministro, el ajuste era “inevitable” dado “el descalabro de la gestión de Massa y el cuarto gobierno kirchnerista”, aunque sostiene que “la propuesta fiscal que anunció el gobierno es más dolorosa de lo prometido por Milei en campaña, y recae mucho más sobre ‘la gente de bien’ que sobre la casta”.

En esa línea, califica como “inaceptable que sigan ajustando a los jubilados (licuándolos aún más y proponiendo congelar sus haberes en niveles históricamente tan bajos)”.

En cambio, Giacomini hace números “menos dolorosos” para el sector privado, aunque en la misma línea de tener que absorber la mayor parte del ajuste fiscal anunciado. En un cuadro publicado en sus redes sociales estima en 3,3% del PBI el “ajuste que paga la gente”, y en 1,9% el ajuste “que paga la casta”, totalizando un 5,2% del PBI. Es decir “al 63,5% del ajuste lo paga la gente, y al restante 36,5%, el sistema”.

Desagregados

El cuadro con los cálculos de Giacomini desagrega en dos partes al 3,3% del PBI que representa el ajuste pagado por “la gente” o, dicho de otra forma, el sector privado. Por un lado, el 2,2% viene dado por cuatro impuestazos: el impuesto PAÍS, que representa un 0.8%; las retenciones “para todo el mundo” al 15%, un 0,5%; la reversión del impuesto a las Ganancias de cuarta categoría

de los trabajadores en relación de dependencia, un 0,4%; y un 0,5 de Bienes Personales, moratoria y blanqueo de capitales.

En tanto, el restante 1.15% del PBI son aumentos de tarifas vía baja de subsidios, de alrededor del 300% y 400% en la luz, el gas, el transporte público (0,7%); y lo que denomina “licuación de jubilaciones” (0,4%).

El 1,9% restante representa a las transferencias a provincias (0,5%), los gastos de obra pública (0,7%), sacar a los intermediarios de los programas sociales (0,4%) y gastos de funcionamiento (0,5%). Es decir, la parte que “paga” el sector público.

“Vemos claramente que tenemos 63% del gasto, que son 3,3% del PBI, sobre el hombro de la gente, versus el 37% del ajuste, que son 1.9%, que tienen chances de no ser sobre el hombre de la gente. El problema es que Javier dijo que iba a ser exactamente al revés”, aseguró el economista al comentar detalles en Net TV, Radio Perfil y Radio Amadeus.

Además, Giacomini advirtió sobre la magnitud y el destino de los impuestos que aumentaron: “Están subiendo el impuesto PAÍS y las retenciones, que no se coparticipan, están metiendo dos impuestazos terribles de 1.35 del PBI que se lo quedan todo ellos”. “Termina habiendo una pelea de la verdadera y descarnada casta política que impacta contra nosotros, de la cual el gobierno de Javier Milei sigue siendo parte. Estamos viendo como nada cambió, sigue siendo todo más de lo mismo. Por más que lo presenten con el envase del “ajuste” y el “esfuerzo”, sigue siendo lo mismo. El “ajuste” lo escuche un millón de veces y nunca tuvo buen resultado en Argentina”, cerró.