Seguros del automotor: la crisis imparable de las aseguradoras de rodados

Dos de las grandes del mercado avanzan hacia su liquidación. Fimas tradicionales que con su derrumbe ponen en riesgo la seguridad vial.
“Siempre que una empresa cae, los productores de seguros y sus clientes migran sus pólizas a otras compañías, pero, en el caso de los rodados, muchos de ellos relacionados con servicios de taxis o de apps de conductores tipo UBER, el traslado no es inmediato y la caída en desgracia de Orbis y de La Nueva me hace preguntar cuántos automovilistas circulan con sus seguros al día”, se cuestiona Alejandro Magariños un productor con más de veinte años de experiencia.

El experto está analizando los efectos no deseados de las últimas decisiones de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), el organismo nacional regulador de la actividad que conduce Guillermo Plate y que, desde que asumió bajo la administración de Javier Milei, decidió ordenar el complicado tablero de aseguradoras con juicios pendientes de pago, balances que no cierran y reaseguros que no son cumplidos.

En ese sentido se terminó con las operaciones de Boston Seguros, Caledonia, Escudo, y se avanza con la liquidación de Orbis, entre otras compañías a las que no les cierran las cuentas.

La última novedad produjo sorpresa a pesar de las advertencias previas de los inspectores y auditores del organismo público. 

La Nueva Seguros va camino a seguir a las anteriores empresas citadas y no es una compañía con poca reputación.

En la SSN explican que «La Nueva trabaja como una cooperativa en el que los asociados son los asegurados y tiene un consejo de administración similar al de una empresa tradicional. Nosotros avanzamos con los controles de manera gradual».

«Debemos controlar los balances y que las empresas del rubro tengan liquidez y solvencia para afrontar el pago de los juicios. Si ese dinero no está podemos comenzar con una inhibición para disponer los bienes libremente, mientras soluciona la cuestión financiera, pero si siguen los números rojos, se prohíbe la emisión de nuevas pólizas, que es lo que acaba de decidir el organismo con La Nueva», detallaron.

El 19 de mayo pasado, la SSN había  sancionado a La Nueva con una inhibición general de bienes, que fue explicada a través de una Resolución publicada en el Boletín Oficial, donde se lee: «La falta de presentación de los Estados Contables conlleva tal gravedad, en relación con la determinación y conocimiento de la solvencia patrimonial de las entidades aseguradoras y reaseguradoras, que la Ley N.º 20.091, en artículo 86 inciso d), faculta a la SSN a disponer sin audiencia de parte, la prohibición a la entidad aseguradora de realizar, respecto de sus inversiones, cualquier acto de disposición o los de administración que específicamente indique».

Pero, la semana pasada, llegó la prohibición de celebrar nuevos contratos, de generar nuevas pólizas y eso es poner un punto final a las operaciones de la compañía en el corto plazo. La medida será apelada por la empresa, pero necesitará de una inversión millonaria para revertir esta Resolución.

«La Nueva Seguros es una compañía al que le acaban de dar la extremaunción», dicen en chats de WhatsApp de productores de seguros. Y, la afirmación que corre como reguero de pólvora se debe a que cuando la SSN «te prohíbe realizar nuevos contratos a futuro es porque disparó la bala de plata». «Seguro que van a apelar. 9 de cada 10 sancionadas lo hacen, pero a no ser que aparezca un inversor, es una empresa muerta», aseguran.

Las sanciones a Orbis Seguros fueron previas y, muchos analistas del sector consideraban que La Nueva iba a sacar provecho captando la cartera de clientes que dejarían de renovar en Orbis y se pasarían a La Nueva. 

Nada de eso ocurrió, lo que demuestra la crisis del seguro automotor.

Varios directivos de empresas líderes que prefieren hablar con discreción explicaron a NA que hay varios motivos que terminan por derribar las operaciones de empresas presentes en todo el territorio nacional.

La caída de la actividad económica “se siente en varios clientes que no pueden pagar las pólizas que, tuvieron aumentos importantes porque subieron los valores de los vehículos asegurados. Muchos de ellos y, fundamentalmente, en el caso de ORBIS, relacionado con AMCA, la mutual de los taxistas, se utilizan para trabajar como servicio público de pasajeros”.

“La verdad es que las pólizas aumentaron cerca de un 100% porque un auto que estaba valuado por $ 4 millones, hace un año, hoy, se incrementó a $8 millones. Pero el que contrata el seguro sigue teniendo el mismo auto en la puerta de su casa”.

No sólo se trata de valores en ascenso de los usados y  0 km sino que los seguros son más onerosos por la cuestión de los repuestos, siempre caros, y un incremento de accidentes y siniestros viales que producen una judicialización que va en aumento y que lleva a muchos peritos a convencer a los jueces para que las empresas paguen resarcimientos millonarios.

Los “peritos locos” le dicen en las empresas del sector. Y, son un problema porque se acumulan las sentencias impagas que terminan derivando en liquidaciones forzosas de las empresas que no cumplen, y eso es lo que miran en la SSN.

Precisamente, el organismo de control sumó otra exigencia al actualizar los valores de indemnización por responsabilidad civil, cuando ocurre una muerte o una lesión, que pasó de $ 40 millones a $ 80 millones y “en las sentencias, usualmente, se baja el martillo por una cifra cercana a los 80 millones”, comenta un directivo consultado.

Para muchos analistas es una barrera más que impuso Guillermo Plate con la supervisión de Juan Pazo de ARCA y del ministro de economía, Luis Caputo para “limpiar” el mercado que podría quedar, más pronto que tarde, concentrado en un puñado de grandes empresas aseguradoras a las “que nunca les llega una sanción, y eso es bastante sospechoso en el mercado del seguro local”, según explicaron varios directivos de compañías del rubro con reserva de nombre.

Al aumento de las exigencias de la SSN hay que sumar, la crisis económica con caída del consumo y de la actividad, y, el avance de los fraudes que cometen varios particulares para cobrar un seguro que van desde siniestros inventados, autorrobos, las cubiertas son las preferidas de esta modalidad, que terminan por desfinanciar a las empresas, y hacer inviable la práctica aseguradora de los rodados que circulan por las grandes ciudades.