El juez que condenó a Fabián Gerardo Tablado, el femicida que en 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló, por haber violado las perimetrales para no acercarse a sus hijas mellizas y al padre de la víctima del crimen, Edgardo Aló, le impuso la pena máxima de un año de prisión efectiva y lo declaró reincidente, pero recuperará la libertad el próximo 15 de diciembre.
Si bien el día del juicio, el martes pasado, el juez Correccional 6 de San Isidro, Hernán Sergio Archelli, había adelantado el veredicto condenatorio para Tablado (45) por dos hechos de “desobediencia”, el juez recién dio a conocer hoy la sentencia y el monto de la pena, en un fallo al que accedió Télam.
Esta es la tercera condena que el femicida acumula en los últimos 25 años, ya que en 1998 fue condenado por el homicidio de su novia, en 2013 por amenazas a su exmujer y ahora por desobedecer a la justicia.
El juicio se desarrolló, por los recaudos ante la pandemia del coronavirus, por vía remota y electrónica ante el juez Archelli y en una única jornada.
El imputado lleva casi 11 meses preso por esta causa, ya que se lo detuvo el 16 de diciembre del año pasado, por lo que, al ser sentenciado al año de pena máxima solicitada por el fiscal, recuperará la libertad en poco más de un mes.
La defensa, a cargo del abogado particular Flavio Ojeda Carrasco, había planteado algunas nulidades y pedido en su alegato la absolución.
Antes del inicio del debate y en la puerta de la fiscalía de General Pacheco donde concurrió para conectarse al juicio, el padre de Carolina y damnificado en la causa, Aló, aseguró a la prensa que esperaba una condena ejemplar y que desde su punto de vista, “asesinos como Fabián Tablado realmente no tendrían que estar en libertad”.
Tablado aceptó declarar ante el juez Archelli y se defendió de la misma manera que en su indagatoria en la instrucción de esta causa.
Dijo que cuando recuperó su libertad en febrero de 2020, le notificaron las perimetrales sobre su ex, sobre sus hijas y sobre Aló, pero que “el plazo era por 45 días”.
“Pasó el plazo y nunca me quedó bien claro que se había extendido por la pandemia, no me llegó notificación de eso”, se justificó.
Además, se quejó de que “en ningún momento” tuvo “acceso al expediente como imputado” y volvió a cargar contra las notificaciones que le llegaron para decir que en ninguna de ellas figuraba el domicilio laboral de Aló en la calle Paseo Victorica, que es una de las perimetrales que violó y por las que es juzgado.
Según el requerimiento de elevación a juicio de esta causa, «el día 19 de octubre del 2020 entre las 15.20 y las 17 aproximadamente, el aquí imputado se desplazó caminando por el puente Sacriste, ubicado en Av. Libertador San Martín cruzando la calle Lavalle de la localidad y partido de Tigre» y allí violó dos perimetrales.
Tablado quedó grabado por las cámaras de Tigre caminando junto a sus hijas mellizas por ese puente, con barbijo, lentes oscuros, bermuda y una remera azul.
La fiscalía sostuvo que desobedeció e hizo caso omiso a la resolución dictada por la jueza de Familia 2 de Tigre, Silvia Sendra, en la que le prohibía acercarse a menos de 500 metros del domicilio o -como en este caso-, el lugar de trabajo del denunciante Aló, en la Dirección Nacional de Migraciones de Tigre, ubicada a 150 metros de donde Tablado pasó caminando.
Pero a Tablado le imputaron un segundo hecho de desobediencia porque la misma jueza también le había impuesto otra perimetral que lo obligaba a usar una tobillera electrónica, para que no se acerque a menos de 300 metros de su exmujer, Roxana Villarejo -con quien se casó en la cárcel en 2007, luego se separó y amenazó de muerte, hecho que le valió una segunda condena-, y que también incluía a sus hijas.
En mayo pasado, en esta misma causa, la Cámara de Apelaciones de San Isidro le negó al imputado el arresto domiciliario con monitoreo de tobillera en la casa de sus padres en Tigre o en la de su nueva pareja, una joven que vive en la ciudad cordobesa de Bell Ville y a quien nunca vio en persona, sino solo de manera virtual.
El crimen de Carolina Aló (17), uno de los casos más resonantes de la historia criminal argentina, ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, en la calle Albarellos 348 de Tigre, donde la joven fue asesinada de 113 puñaladas tras una discusión..
En 1998 Tablado fue condenado a 24 años de prisión por «homicidio simple» pero en 2013 sumó la segunda condena por amenazar a su exmujer y su exsuegra y se le unificó una pena única de 26 años y seis meses que debía agotarse a fines de 2022.
Por el beneficio de la derogada Ley del «2×1» y los cursos que hizo en prisión como «estímulo educativo», el cómputo de la condena se le redujo y la pena se le dio por concluida el 28 de febrero de 2020, cuando abandonó la Unidad 21 de Campana, se fue a vivir a la misma casa de Tigre donde hace 24 años cometió el femicidio y luego, en diciembre, fue detenido por esta causa.