A 20 días de la desaparición de Jemima Aguirre en el barrio Santa Bárbara de Fontana, su familia continúa con la desesperada búsqueda de la joven de 26 años, madre de un hijo de 6 años.
“Esperamos noticias, alguna señal, alguien que nos diga más o menos dónde está ella”, expresó su hermana, Sofía Aguirre.
En los múltiples allanamientos realizados la semana pasada en un amplio operativo policial, secuestraron un vehículo en el que fue vista Jemima, una pistola calibre 9 milímetros con 182 cartuchos, 18 celulares, una tarjeta de memoria y una cámara digital.
“En esos allanamientos nos sacaron los teléfonos a nosotros los familiares y hasta ahora estamos incomunicados. Nos sacaron los celulares principalmente a mí, mi marido y mis hijos”, reveló la hermana.
Y añadió que “por el momento solo nos dijeron que se hicieron los procedimientos correspondientes. Estamos esperando que nuestro abogado nos llame esta semana”.
Por el caso fue detenido su concubino, principal sospechoso, que tenía una denuncia por violencia de género, aunque la familia de la desaparecida no sospecha de él.
Jemima mide 1,60 metros de altura, de contextura física robusta, tez morena, cabello lacio largo negro, ojos color marrones. Usaba un buzo de color gris con detalles blancos, marca puma, una remera de color negra, un short de color negro y ojotas de color verde. Posee cicatrices en su frente al costado del ojo derecho y en el muslo. También tatuajes en el brazo izquierdo: una imagen similar a una corona, en el brazo derecho un alacrán.