La incógnita sobre la muerte de Daiana Soledad Abregú aún no tiene resolución. Un profesional de la salud habló ante la Fiscalía y dio indicios que mantienen en vilo a la familia de la joven.
El pasado 5 de junio, Daiana Soledad Abregú fue hallada sin vida en una comisaría de la ciudad bonaerense de Laprida. ¿Cuándo? Luego de haber sido detenida horas antes, por estar ebria en la vía pública. Sin embargo, con el paso de los días fueron saliendo a la luz determinados elementos que podrían cambiar el rótulo inicial.
Según la versión policial, la joven —madre de un chico de 9 años— fue detenida por estar provocando disturbios en la calle en estado de ebriedad, por lo que fue apresada en un calabozo de la Estación Comunal de Policía de esa ciudad. Horas más tarde la encontraron muerta, víctima de un ahorcamiento que le provocó un paro cardiaco por asfixia.

No obstante, la causa que por el momento está caratulada como «averiguación de causales de muerte» y que lleva a su cargo el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción Especializada en Denuncias de Delitos a Funcionarios Públicos y de Policías de Azul, Juan Ignacio Calonje, tuvo importantes novedades en las últimas horas luego de la declaración de un médico, que no coincide con la primera versión del hecho.
Se trata del doctor Diego Scabuzzo, quien ante la fiscalía declaró que él fue el primero en examinar a Daiana, momentos previos a su detención y que, en ese momento, no detectó que la chica presentara signos de haber ingerido alcohol. Además, dejó entrever que tampoco estaba con un semblante agresivo.
La declaración de Scabuzzo se suma a la evidencia recabada, entre la que se encuentran los celulares de los efectivos policiales presentes aquel día y un audio de WhatsApp grabado por la hija de Omar René Baquini, profesional que constató la muerte de Abregú, en donde se da a entender que la causa del fallecimiento no fue un suicidio, sino un asesinato.
Según fuentes judiciales, en ese mensaje de voz, la niña de 11 años, le relata a sus amigas: «Papá trabaja en el hospital y lo que le informó el jefe es que Daiana no se ahorcó, no murió ahorcada, sino que la asfixiaron con una bolsa en la cabeza…». Sin embargo, el fiscal Calonje, todavía no solicitó que la hija del médico sea llamada a declarar en Cámara Gessel.
Al apartamiento inicial de los cuatro policías implicados, se le sumó la decisión, del Ministerio de Seguridad bonaerense, de remover de sus cargos al comisario Cristian Barrios y al Comisario Inspector Marcelo Amaya y trasladarlos a Bahía Blanca.
El fiscal, que ya había ordenado el secuestro de los libros de la comisaría y las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad de la dependencia, pidió pericias sobre el celular de Abregú y sobre la campera de la joven, para determinar la tracción efectuada sobre ella, ya que presuntamente fue utilizada en el ahorcamiento.
Por el momento, la causa sigue con la misma carátula, y los efectivos policiales están sumariados desde la misma fuerza, pero no imputados. En las próximas horas, se espera que sean llamados a declarar.
Además de las sospechas de la familia, que solicitó una nueva autopsia, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) intervino en el caso y denunció que la dependencia en la que encontraron muerta a Daiana no estaba habilitada para alojar detenidos.