«Te desgasta el corazón»: la tristeza de los papás de Uma Aguilera tras la postergación del segundo juicio

En este segundo debate será juzgado Guillermo «Paraguayo» Romero Molinas, quien tenía 17 años cuando cometió el asesinato.
El segundo juicio por el crimen de Uma Aguilera, ocurrido a comienzos del 2024 en Villa Centenario, se postergó y los papás de la niña expresaron que este aplazo les “desgasta el corazón”.

A mediados de junio Ariel Acuña Vega, Axel Emiliano “Pelusa” Rojas y Miguel Pastor “Patoto” Romero Molinas fueron condenados a prisión perpetua por el delito de robo calificado por el empleo de arma de fuego y por ser cometido al lugar poblado y en banda, agravado por la participación en el hecho de un menor de 18 años.

Mientras que Nahuel Santiago Coman recibió una pena de 5 años de prisión por ser participe secundario del robo calificado por el empleo de arma de fuego. Allí los jueces ordenaron su inmediata detención.

Sin embargo, el caso todavía no finalizó ya que se esperaba que el próximo 12 de agosto se dé inicio al segundo juicio que tiene la causa. Se trata del debate que está en el fuero juvenil contra Guillermo «Paraguayo» Romero Molinas, quien tenía 17 años cuando cometió el asesinato.

Sin embargo, según informó Eduardo Aguilera, papá de Uma y custodio de Patricia Bullrich, a la agencia Noticias Argentinas, la fecha establecida se postergó.

“La fecha era el próximo martes 12 de agosto, pero nos avisaron que era muy probable que sea modificada para más adelante, algo que finalmente nos confirmaron”, señaló.

Ante esta dilatación, escenario similar al que ocurrió con el primer juicio, Eduardo expresó: “Te desgasta cada vez más el corazón. Es revivir el dolor y la tristeza de nuevo”.

“Nada ni nadie nos va a devolver a Uma. Sabemos que una condena perpetua tampoco va a prosperar en este caso porque el chico era menor al momento del hecho pese a que hoy es mayor con 19 años”, explicó el policía, quien también sostuvo que de igual modo esperan que “le den la condena máxima posible”.

Antes de concluir, expuso el dolor con el que viven todos los días, desde hace más de un año y medio: “A nosotros nos queda una ausencia perpetua y dolorosa. En casa hay un dormitorio que está vacío y que solo lo usa su perrita para dormir esperándola todos los días”.