La Cámara de Casación porteña ratificó la pena de dos años de prisión en suspenso y la prohibición para ejercer la medicina por el mismo lapso. Al momento de los hechos, la víctima tenía 21 años de edad.
La Cámara de Casación porteña confirmó la condena a dos años de prisión en suspenso y prohibición de ejercer la medicina para un pediatra octogenario acusado de haber abusado sexualmente de una joven de 21, a la que atendía desde que tenía 15 días de vida.
El máximo tribunal penal de la Capital Federal ratificó la condena contra el médico César Volcovich, a quien además le ordenó realizar un “tratamiento psicológico y/o psiquiátrico”. Volcovich fue condenado por haber abusado de su paciente (cuya identidad permanecerá en reserva) el 30 de junio de 2014 “en el interior de la finca sita en la calle Arias 4604 de esta Ciudad, consistiendo dichos abusos en tocamientos inverecundos en sus senos y su zona genital sin su consentimiento”.
Según la acusación, “la damnificada concurrió a ese domicilio, donde el imputado –quien fuera su médico de cabecera desde que tenía 15 días de vida- reside y posee su consultorio, con el objeto de buscar unas recetas para su madre”. En una conversación trivial sobre temas médicos, la joven le comentó sobre unos dolores en la zona lumbar, “por lo que el galeno le sugirió que se recostara en la camilla y acto seguido comenzó a revisarla”.
“El médico colocó el estetoscopio por la zona del pecho y senos, incluso por debajo del corpiño, al tiempo que le preguntaba ‘¿esto te molesta o te excita?’. Luego, el imputado le preguntó ‘si era fría en la cama’, y tras colocarla de pie, comenzó a palparle desde atrás el cuello, la espalda y las nalgas, continuando con la pregunta ‘¿te molesta o te excita?’”, explica el fallo.
En ese contexto, el médico le dijo a su paciente “que era muy atractiva y que se encontraban solos, para luego darle un beso en la mejilla”. La joven, sorprendida, se quedó petrificada, y el galeno “introdujo su mano por debajo del pantalón que vestía, como así también de su ropa interior, y le tocó la zona genital, para consultarle una vez más ‘¿esto te excita?’”. La paciente consiguió zafar de la situación, salió del consultorio y formuló la denuncia.
En esa secuencia, le mandó una serie de mensajes de texto a su novio, que quedaron registrados y fueron utilizados como prueba durante el juicio oral, a cargo del juez Rodolfo Bustos Lambert. “Me acaba de pasar algo feo. Cuando salgo te llamo. Quiero llorar. Estoy en el médico”, “Me siento re mal. Es horrible esto”, “Me doy asco te juro. Están mis papás acá en mi casa. Los dos llorando”, escribió la víctima.
La Casación, con las firmas de los jueces Jorge Rimondi y Horacio Días, confirmó la sentencia de primera instancia, que –no obstante- aún no está firme, pues falta todavía la instancia de la Corte Suprema de Justicia.