La familia de Lucas González, el chico de 17 años que jugaba en Barracas Central y fue asesinado por agentes de la Policía de la Ciudad, volvió a visitarlo al cementerio a un año del crimen.
El crimen de Lucas González, el chico de 17 años que fue brutalmente asesinado en el barrio de Barracas —-—Ciudad de Buenos Aires—, aún continúa conmocionando a la opinión pública. La familia del joven fue a visitarlo al cementerio a un año de su muerte.
“Te vine a ver”, expresó sumamente compungido el padre del muchacho, quien era una de las promesas del Club Atlético Barracas Central. En contraposición con la madre de Lucas, Héctor “Peca” González, el padre del menor no había podido regresar tras haber enterrado al mayor de sus hijos.
“Ver su nombre es muy duro. No lo traje al mundo para tenerlo acá, lo cuidé tanto. Le enseñamos los valores, el respeto, cómo tiene que manejarse en la vida”, contó entre lágrimas.
El hombre llegó al lugar, acercó a la lápida del mayor de sus hijos, se arrodilló y sacudió la tierra que yacía sobre el nombre del chico que soñaba con jugar en Primera División: en ese momento, comenzó a llorar desconsoladamente.
Algunos pocos metros atrás, su esposa y el más pequeño de sus hijos lo miraban conmovidos y esperaban para acercarse a colocar unas flores blancas junto a la lápida. Héctor, aseguró que se trataba de una asignatura pendiente.
En ese sentido, garantizó: “Quería venir, traer un mate y decirle lo mucho que lo extrañamos. Se extraña porque era el primogénito, el más grande, el que nos enseñó a ser padres”. Por esto, la familia aseguró que recién volverá al cementerio una vez que se conozcan las condenas para los 14 policías de Ciudad acusados en la causa.
Tres de los efectivos dispararon y le causaron la muerte a Lucas. ¿Los restantes? Encubrir el hecho e intentar hacerlo pasar como un tiroteo con delincuentes. “Voy a venir a agradecerle y a decirle que puede descansar en paz”, dijo el padre y prometió que ese día traerá una placa con los escudos de Defensa y Justicia y de Barracas Central.