Los cocaleros de Bolivia, que llevan más de 11 días de bloqueos en distintas rutas del país, confirmaron que están armados y amenazaron con atacar a las fuerzas policiales si estas intentan levantar los piquetes. La protesta, que comenzó como un respaldo a Evo Morales en medio de acusaciones penales en su contra, ha escalado con demandas económicas y políticas, complicando la situación interna del país.
En una conferencia de prensa, uno de los dirigentes cocaleros advirtió que responderán si la Policía vuelve a intervenir en los bloqueos. La tensión aumentó esta semana cuando un contingente policial fue emboscado mientras intentaba desbloquear una carretera entre Oruro y Potosí, lo que dejó en evidencia la presencia de armas entre los manifestantes. Un video reciente mostró a un hombre portando una escopeta en uno de los puntos de protesta, lo que ha encendido las alarmas sobre el riesgo de una escalada de violencia.
Los bloqueos, que comenzaron con cuatro puntos iniciales, se han expandido a al menos 20, concentrándose principalmente en el departamento de Cochabamba. Estas medidas han paralizado el transporte y el suministro de bienes esenciales, afectando la economía nacional. Sectores productivos han denunciado pérdidas millonarias y un grave desabastecimiento de alimentos y combustible, agravado por la interrupción del tránsito de camiones cisterna tanto en Bolivia como en rutas desde Chile.