Se llevaron a cabo los velatorios de los jefes de la barrabrava de Rosario Central, en el marco de un fuerte operativo de seguridad en la ciudad santafesina.
La ciudad de Rosario se encuentra en alerta tras los asesinatos de Andrés «Pillín» Bracamonte y Daniel «Rana» Atardo, y este domingo se llevaron a cabo los funerales, en una zona completamente custodiada por la Policía de Santa Fe.
Las fuerzas de seguridad desplegaron un fuerte operativo por temor a posibles desbordes de violencia, luego de los crímenes perpetrados el sábado, cerca del Gigante de Arroyito, contra el jefe de la barrabrava de Rosario Central y su número dos.
El velorio de Atardo arrancó en la tarde de este domingo, mientras que luego se realizó el de Bracamonte en la cocheria Caramuto, ubicada en el centro de Rosario.
Según detallaron en C5N, varias casas funerarias se negaban a realizar los servicios por temores de incidentes y una escalada de violencia. En simultáneo, continuaban las investigaciones para conocer más detalles de los crímenes, al tiempo que se conocieron este domingo los resultados de las autopsias.