Trabajadores migrantes en Qatar fueron detenidos mientras protestaban por falta de pago

Las manifestaciones se llevaron a cabo frente a las oficinas de una de las empresas encargadas de construir los hoteles para recibir la próxima Copa del Mundo.

El gobierno de Qatar detuvo y deportó a decenas de trabajadores inmigrantes que participaron en una protesta debido a que su empleador no les pagaba, según activistas de los derechos laborales. El emirato será el anfitrión de la Copa del Mundo dentro de tres meses, y ha dependido de la mano de obra extranjera para construir su infraestructura, incluidos los relucientes estadios, para la máxima cita del fútbol masculino.

Este mes, al menos 60 trabajadores fueron detenidos por participar en una protesta poco habitual, ante las oficinas de Al Bandary International Group, una importante empresa de construcción y hostelería, según Equidem, una organización de derechos laborales con sede en Londres. De acuerdo con el organismo, algunos de los manifestantes, procedentes de países como Nepal, Bangladesh, India, Egipto y Filipinas, llevaban hasta siete meses sin cobrar, y la mayoría de ellos habrían sido enviados a sus hogares.

“Por lo que sabemos, las autoridades han decidido deportar a todos los que estaban en la protesta”, afirmó el director ejecutivo de Equidem, Mustafa Qadri. “Estos trabajadores están protestando porque su empleador no les ha pagado… esto no es comparable con la Primavera Árabe”.

Un funcionario del gobierno qatarí informó en un comunicado que los manifestantes habían sido detenidos por infringir las leyes de seguridad pública y que el incidente estaba siendo investigado. “Todos los salarios y beneficios retrasados están siendo pagados por el Ministerio de Trabajo”, indicó el mensaje. “La empresa ya estaba siendo investigada por las autoridades por impago de salarios antes del incidente, y ahora se están tomando nuevas medidas después de que se incumpliera un plazo para liquidar los pagos de salarios pendientes”. Al Bandary no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Qatar, rico en gas, tiene una población de unos 2,8 millones de habitantes, de los cuales 1,7 millones son trabajadores extranjeros, según Amnistía Internacional. Como preparación para acoger el torneo, el primero en Oriente Medio, Doha puso en marcha un proyecto de modernización que incluía la ampliación de su principal aeropuerto y de los sistemas de transporte público y la construcción de estadios y hoteles.

El maltrato a los trabajadores migrantes en los países del Golfo Pérsico está bien documentado, pero Qatar, como anfitrión del torneo, ha sido objeto de un escrutinio más profundo.