Williams Alexander Tapon tenía 24 años e iba a ser detenido por «homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa en el contexto de un espectáculo deportivo». Investigan si se trató de un suicidio.
El jugador de fútbol amateur que agredió salvajemente a un árbitro en Sarandí fue hallado muerto cuando iba a ser detenido por «homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa en el contexto de un espectáculo deportivo».
Williams Alexander Tapon tenía 24 años y había propinado trompadas y patadas a Ariel Paniagua (36) el pasado sábado, durante un torneo disputado en el complejo deportivo «Estación 98», ubicado sobre la avenida Mitre al 3900 en esa localidad del partido de Avellaneda, al sur del conurbano bonaerense.
Según las primeras informaciones, la policía encontró el cuerpo de Tapon ayer por la tarde-noche con un disparo en la región parietal en las vías del ferrocarril Roca, sobre las calles General Paz y Heredia, de la localidad de Gerli. Tratan de establecer si se trató de un suicidio.
Como consecuencia de los golpes, Paniagua perdió el conocimiento y fue trasladado al hospital Presidente Perón de Avellaneda, donde fue atendido y luego dado de alta, justo antes de radicar la denuncia correspondiente.
El hecho quedó registrado en una filmación de un teléfono celular, en donde el árbitro en un primer momento expulsó a otro jugador, previo a ser atacado.
«La verdad es que estuve mal, lo admito. Fueron esos cinco minutos en los que no me pude controlar y reaccioné así hacia el referí. La única explicación que puedo dar es que tenía enojo. El árbitro no ayudó; de entrada estaba cobrando todo para ellos», afirmó Tapon, a quien ya lo habían expulsado de otros torneos.
El joven aseguró que habló con Paniagua y que éste “quería que le pague 300 mil pesos para no hacer la denuncia”, según dijo.
“Le pedí disculpas, de todo corazón, y no me la aceptó. Sé que lo pude haber matado, no fue mi intención, me saqué. La gente sabe que no soy así. Anoche (por el domingo) no pude ni dormir. Todos me dijeron que lo podría haber matado”, concluyó.
La Aprevide (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte) le había aplicado el derecho de admisión de por vida para el acceso a cualquier estadio de fútbol.
El crudo testimonio de la esposa del joven que se suicidó tras darle una patada en la cabeza a un árbitro
Agustina, la pareja del joven que se suicidó tras agredir un árbitro en un torneo amateur, contó cómo fueron los últimos minutos de su pareja antes de encontrarlo sin vida con un disparo en la cabeza.
«Después de las notas quedó mal. Le preguntábamos qué opinaba y no sabía qué respondernos. Él siempre se tomaba todo a la ligera. Nos pasaron muchas cosas terribles y él jamás se mostró que era débil», declaró la joven.
Agustina, madre de dos hijos (uno de dos años y un bebé de siete meses), detalló que Tapon nunca pudo recuperarse del reciente fallecimiento de su madre, ya que se sentía culpable de no haber podido despedirla por ir a trabajar.
«Me dijo que se cegó, que no sabía lo que le había pasado. En el audio que me manda despidiéndose me dijo que cuide a nuestros hijos y que prefería que sufran todos de una a que me lo vean sufriendo todos los días en la cárcel. Al final, lo encontramos tirado en un pozo».