Luego de permanecer clausurada durante más de dos semanas por infracciones a la Ley de Marcas, la feria La Salada —considerada la más grande de Sudamérica— volverá a abrir sus puertas, dando alivio a más de 30 mil trabajadores que dependen directamente de su funcionamiento.
La noticia fue confirmada por el periodista Martín Granovsky en el programa QR, emitido por Bravo TV. Allí detalló que el pasado jueves se llevó a cabo una reunión clave convocada por el intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, en la que se logró un acuerdo entre el municipio, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y autoridades de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
🤝 Un acuerdo para formalizar y sostener el trabajo
El eje del encuentro fue avanzar hacia la formalización de las actividades económicas dentro de la feria, regularizar los alquileres de los puestos y establecer nuevas medidas fiscales que brinden mayor transparencia y control, sin afectar la fuente de ingreso de miles de familias.
La decisión de reabrir llega luego de intensas jornadas de cortes, movilizaciones y protestas, protagonizadas por puesteros, trabajadores y vecinos que reclamaban la continuidad de la feria como espacio económico y social fundamental para la región.
👥 Una comunidad laboral en riesgo
En el estudio de Bravo TV estuvo presente Luis Gauna, trabajador del sector Punta Mogote, uno de los tres espacios que componen La Salada junto a Urkupiña y Ocean. Gauna se dedica a la producción y venta de calzado femenino y ofreció un testimonio directo sobre el impacto del cierre.
“La Salada involucra a muchísima gente. No solo a los puesteros: también están los carreros, transportistas, personal de limpieza, seguridad, administración… Toda una comunidad de trabajadores que quedó afectada”, señaló Gauna.
Muchos de ellos —en especial los carreros, encargados de transportar mercadería entre los talleres y los locales— trabajan bajo la modalidad de destajo, es decir, sin salario fijo ni horarios estables. La clausura los dejó sin ingresos de un día para el otro.
🏬 Más de 8.000 puestos comerciales
La Salada no es sólo una feria: es un ecosistema económico que integra a productores textiles, comerciantes, familias emprendedoras y redes de distribución que abarcan desde el conurbano bonaerense hasta otras provincias. En sus tres sectores funcionan más de 8 mil puestos, generando actividad para miles de personas.
“Reclamar y luchar tiene sentido”, sintetizó Pablo Caruso, conductor de QR, al referirse al impacto que tiene La Salada como engranaje del mercado popular. Un espacio que, más allá de sus conflictos con la legalidad y el control estatal, representa una alternativa de sustento y producción para sectores tradicionalmente excluidos del mercado formal.
La reapertura de La Salada no sólo significa la reactivación de un polo comercial, sino también la recuperación de la dignidad laboral de miles de personas que, por quince días, vieron peligrar su única fuente de ingresos.