Uno de los ultras del equipo que marcha último en la Bundesliga se metió al campo de juego para tener una charla con todo el plantel luego de la estrepitosa caída que sufrió el sábado.
En la fecha 24 de la Bundesliga, Augsburgo goleó 6-0 a Darmstadt 98 en el Merck-Stadion am Böllenfalltor. Sin embargo, lo más llamativo del duelo del sábado fue que luego de la estrepitosa caída, un ultra del equipo alemán les brindó un emotivo y fuerte discurso a todo el plantel.
El equipo de Baviera goleó en su propio estadio a los Lirios y profundizó su crisis deportiva aún más: desde su ascenso a la primera división de Alemania el año pasado, solamente ganó 2 partidos de 24 (justamente uno ante Ausburgo en octubre del 2023), no conoce el triunfo hace 17 partidos y marcha último en soledad.
Sin embargo, la temporada todavía no está terminada para el conjunto dirigido por Torsten Lieberknecht. A pesar de que está a 12 puntos de Bochum, el último equipo que salvaría la categoría, quedó a tan solo 4 unidades de Colonia, quien ocupa antepenúltimo puesto y lo llevaría a disputar la promoción.
Debido a esto, una vez que finalizó el encuentro ante Ausburgo, un ultra del conjunto local entró al campo y le habló a todo el plantel, incluido al DT. Luego de esta charla, algunos de los protagonistas se refirieron al episodio y aseguraron que lo ocurrido había sido «beneficioso».
El presidente y el arquero de Darmsdat, sobre el curioso momento: «Fue positivo»
Rüdiger Fritsch, presidente de Darmstdat confesó que «uno de los ultras se quedó en el círculo del equipo y dejó pasar algunas cosas», pero que «fue un intercambio de ideas, un intercambio de opiniones y fue positivo«. Además, por último sentenció: «Acá es dónde la cohesión del equipo se mostrará nuevamente».
Finalmente, el arquero del equipo alemán, Marcel Schuhen, concordó con el presidente:«Fueron palabras emotivas y en cualquier caso claras. Pero fue cero por ciento agresivo. Conozco la agresividad de una manera completamente diferente. Estuvo absolutamente bien. Después de una derrota como esa, se mostró mucho respeto. Podrían habernos tirado cosas, no sé, insultarnos. Habría aceptado cualquier cosa, de cualquier manera o forma, porque no éramos dignos de llevar la camiseta hoy. Eso hace que sea aún más difícil para mí que la gente haya manejado tan bien la situación».