Este lunes Gerardo Werthein asumirá el cargo de asumirá como el nuevo Canciller en la Casa Rosada, luego de la salida de Diana Mondino.
El designado canciller Gerardo Werthein llegó a Buenos Aires. Durante el domingo, el ya exembajador argentino ante Estados Unidos se reunió en la quinta de Olivos con el presidente Javier Milei, con quien repasó la agenda internacional, los eventuales candidatos para reemplazarlo en Washington y las perspectivas de esos comicios decisivos. Werthein asumirá este lunes, a las 18.30, en Casa Rosada su cargo de nuevo jefe de las relaciones exteriores de nuestro país.
El empresario y exvicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI) viene reforzando el vínculo con Karina Milei quien parece ser la principal impulsora de su promoción para el cargo de la saliente Mondino. Sobran evidencias de que el Presidente siempre escucha con atención las sugerencias de su hermana.
Karina viene puliendo la estructura del Ministerio de Relaciones Exteriores desde hace unos meses. Primero, con la contratación de la abogada Úrsula Basset. Además, profundizó su incidencia sobre el área con la designación de Nahuel Sotelo como secretario de Culto.
La reestructuración en Cancillería se intensificó con la renuncia del exsecretario de Relaciones Exteriores, Leopoldo Sahores, y con el desplazamiento de Ricardo Lagorio de la embajada ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde asumió Francisco Tropepi. Eduardo Bustamante desembarcó en la vicecancillería tras un acuerdo del Ejecutivo con el PRO.
El Gobierno busca armar un “frente de resistencia” contra la agenda 2030 y las políticas económicas, sociales y ambientales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En Balcarce 50 reconocen como aliados estratégicos a los mandatarios Giorgia Meloni (Italia), Viktor Orbán (Hungría) y Nahib Bukele (El Salvador).
Por otro lado, la gestión libertaria busca modificar el dinero destinado a la Cancillería. Por ejemplo, quiere recortar los gastos de traslado, que van de US$16.000 a US$50.000. Asimismo, se está trabajando en una reestructuración de los consulados y las embajadas. La idea es fusionar y reducir estructuras.
Por último, el Gobierno comenzará a realizar auditorías para ir contra “los impulsores de agendas enemigas de la libertad”, según consta en el comunicado oficial. Además, el escrito agrega: “La Argentina atraviesa un período de cambios profundos y esta nueva etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje en cada decisión los valores de la libertad, soberanía y derechos individuales que caracterizan a las democracias occidentales”.