La policía de Misiones busca intensamente al sospechoso, un comerciante que se habría fugado con dirección a Brasil.
Sigue la conmoción en Misiones tras el doble femicidio de Débora Elizalde y su madre Gabriela Agüero. Mientras intentan dar con el paradero del presunto agresor, el comerciante Sergio Kozak, se conoció cómo fue el violento raid del hombre hasta lograr su objetivo.
La reconstrucción se hizo basada fundamentalmente en la declaración de los testigos de la secuencia criminal que arrancó cerca de las 2 de la madrugada del lunes en la puerta de un boliche ubicado frente a la ruta nacional N° 101.
Ese lugar fue el primer escenario donde Kozak, que desde hacía poco tiempo mantenía una relación con la menor de las mujeres, intentó agredir las víctimas. A tal punto escaló allí la discusión entre los involucrados a la vista de todos que tuvo que intervenir la policía para disuadir al hombre, indicó una fuente cercana.
Débora y su mamá, de 24 y 39 años respectivamente, permanecieron en el local bailable un rato más y se subieron finalmente a un taxi alrededor de las 3.30 para volver a su casa, en la localidad misionera de San Antonio. Nunca advirtieron que Kozak seguía rondando el lugar y cuando las vio salir se subió a su camioneta y las persiguió unos 15 kilómetros antes de volver a atacar.
Cuando las mujeres llegaron a su domicilio y descendieron del auto, Kozak aceleró la Fiat Toro de color azul que conducía con la intención de atropellarlas pero falló una vez más. Faltaban entonces unos pocos minutos para las 4 de la mañana y el comerciante, sin molestarse en bajar de su camioneta, apeló a un último recurso.
Siempre en base al relato de los testigos, Kozak desenfundó un revólver calibre 38 y abrió fuego contra las mujeres. En primer lugar disparó dos o tres veces contra su novia, Débora, y después repitió la operación contra la madre de esta. Las dos murieron en el acto.
Ante esa situación, el hijo y hermano de las víctimas intentó detener el vehículo del atacante, tomó del brazo al acusado y, tras un forcejeo, logró arrebatarle el arma y arrojarla a la vereda. Pero después se abalanzó sobre las víctimas para tratar de auxiliarlas y Kozak aprovechó ese momento para escapar.
Con el correr de las horas las fotos del prófugo fueron copando las redes sociales y la policía desplegó un importante operativo cerrojo en la zona fronteriza para evitar que llegue a Brasil. No obstante, pasadas las 9 de la mañana encontraron su camioneta abandonada y con las puertas trabadas en una propiedad que el sospechoso habría comprado recientemente.
Hasta el momento, el paradero de Kozak sigue siendo un misterio. La causa quedó a cargo del juez Martín Brites, del juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú. En tanto, personal de la comisaría de San Antonio y distintas dependencias de la Unidad Regional XII de Bernardo de Irigoyen participó de los operativos.