Triple crimen: Celeste González Guerrero se negó a un careo con los imputados

La mujer reiteró que “no sabía que iban a matar a las chicas”.

Celeste Magalí González Guerrero, una de los nueve detenidos por el triple crimen con sello narco cometido en Florencio Varela, declaró ante el fiscal Adrián Arribas y se negó a un careo con los demás imputados.

La mujer reiteró que «no sabía que iban a matar» a Morena Verdi, Brenda Loreley Del Castillo y Lara Gutiérrez, motivo por el que, de lo contrario, «nunca hubiera accedido» porque en la vivienda de la calle Chañar 702 reside con su hijo desde 2020.

«Yo le había comentado a ‘Pequeño J’ que si usaban mi casa, usen solo mi pieza, no la de mi hijo», pero cuando volvieron «no teníamos cama», sostuvo Celeste, conforme al documento de 13 páginas que accedió la agencia Noticias Argentinas.

En este marco, insistió que Miguel Ángel Villanueva, su pareja que se abstuvo de comparecer, tenía la mano lastimada, decidió ir a comprar productos para «curarle» la herida y concurrió a una estación de servicio para adquirir «gasolina».

«Me dijo (en el hotel) que lo del dedo se lo había hecho cuando apuñaló a una de las chicas que quiso escapar», señaló, a la vez que indicó que el imputado le reveló: «A la última de las chicas la habían asfixiado con «‘Pequeño J'».

Guerrero añadió que «Nero» y «Paco» se encontraban el viernes 19 de septiembre en Varela «haciendo el pozo», el cual «no vio» y que «estaban en el fondo con Ozorio (presunto ladero de Valverde Victoriano)»: «Matías estaba en cuero».

El fiscal Arribas le ofreció a Celeste un careo con los demás acusados, pero lo rechazó por «temor», al tiempo que consignó que, según Villanueva, «habían llamado a un familiar de las chicas pidiendo la droga, creo que a la familia de Brenda», a quien «filmaron mientras torturaron» y la comunicación fue realizada desde el celular de «J» con «Duro».

Con respecto a Ariel Giménez, el sindicado de cavar los pozos, refirió que los miembros de la organización también quisieron asesinarlo porque se había dirigido hasta la casa para «recoger» el parlante.

«Miguel me dijo que le dé plata a Jeremías (Giménez)», que «fue a tapar el pozo» y «yo le di entre 50.000 y $60.000», concluyó.