El Gobierno de Ucrania abrió una investigación sobre la muerte de 263 soldados que habrían sido ejecutados tras rendirse o ser hechos prisioneros por las fuerzas rusas, según informó este lunes la Fiscalía General en un comunicado oficial.
Las autoridades ucranianas califican los hechos como posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad, en el marco de un patrón de abusos que, según diversos informes internacionales, se repite desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
🔹 Investigación en marcha
La Fiscalía de Ucrania precisó que ya se iniciaron 80 causas penales vinculadas a estas presuntas ejecuciones y que nueve soldados rusos fueron formalmente acusados por su responsabilidad en los crímenes. Sin embargo, la mayoría de los procesos se llevan adelante en ausencia de los acusados, debido a la imposibilidad de detenerlos en territorio ocupado.
Además, el Ministerio Público investiga las muertes de 59 prisioneros de guerra ucranianos ocurridas en julio de 2022 en una explosión dentro de un penal en Olénivka, en la región ocupada de Donetsk. Kiev sostiene que el ataque se produjo desde el interior del edificio y fue perpetrado por las fuerzas rusas.
🔹 Evidencia documentada
Las autoridades ucranianas aseguran que muchos de estos casos fueron documentados a través de videos difundidos en redes sociales o grabaciones de drones militares que muestran los momentos posteriores a la rendición de los soldados.
Ex prisioneros liberados relatan torturas sistemáticas, violencia sexual y condiciones inhumanas durante su cautiverio en Rusia. Según el Ministerio del Interior de Ucrania, más de 2.500 soldados ucranianos permanecían prisioneros en territorio ruso hasta septiembre de este año.
🔹 Condena internacional
Un informe reciente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) denunció que Rusia ha convertido la tortura y las ejecuciones sumarias en prácticas sistemáticas contra los prisioneros de guerra ucranianos.
El documento, elaborado por expertos de Francia, República Checa y Suecia, afirma que las pruebas recopiladas —testimonios, informes oficiales y documentación internacional— son “creíbles y consistentes”, e incluyen el uso de culatas, palas, descargas eléctricas y perros como instrumentos de tormento.
El informe advierte además que 43% de los soldados liberados aseguraron haber sufrido violencia sexual, y que existe un clima de impunidad alentado por altos funcionarios rusos, entre ellos el ex presidente y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, quien llegó a declarar públicamente: “No tienen derecho a la vida. Ejecutar, ejecutar, ejecutar”.
🔹 Posible intervención de la Corte Penal Internacional
La OSCE recomendó que la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya asuma la investigación de estos hechos, en línea con los procesos ya abiertos sobre la deportación forzada de niños ucranianos y los ataques deliberados contra civiles.
Desde el inicio de la guerra, Ucrania estima que 13.500 de sus soldados fueron capturados por Rusia. De ellos, 6.800 lograron ser liberados en intercambios de prisioneros supervisados por mediadores internacionales, mientras que unos 6.300 continúan en cautiverio.
El informe internacional concluye que las ejecuciones y torturas no son incidentes aislados, sino parte de un “patrón de exterminio selectivo” que refuerza las denuncias de Kiev sobre crímenes sistemáticos cometidos por las fuerzas rusas.