El muchacho de 21 años ingresó a una caseta que servía como estación de bombeo. Lo hizo para realizar necesidades fisiológicas. Habría resbalado y terminó en un foso de casi dos metros de profundidad. Estaba con una pareja amiga. Al no verlo salir llamaron a la Policía.
Un estudiante universitario oriundo de la provincia de Entre Ríos murió trágicamente en el parque Cambá Cuá de la ciudad de Corrientes. A la madrugada ingresó a una caseta que era usada como estación de bombeo, habría resbalado cuando intentaba hacer sus necesidades fisiológicas y quedó sumergido en lo profundo de un foso con agua.
La fatalidad sucedió ayer a la madrugada. La persona identificada por las autoridades policiales era Juan Pablo Ramos, de 21 años, quien cursaba el tercer año en la carrera de Periodismo.
Ramos estaba disfrutando de una reunión con amigos al aire libre en el paseo público. De pronto, según dijeron aquellos testigos, dijo que necesitaba ir al baño.
El muchacho se alejó un poco y lo vieron ingresar a la estructura de material, levantada a pocos metros de calle Carlos Pellegrini, en el sector del denominado «piletón», junto a un sendero donde los visitantes realizan actividades físicas, como caminatas o ciclismo. El lugar aparentemente estaba clausurado y fue «vandalizado», con su puerta violentada, posiblemente en otra oportunidad, dijeron las autoridades.
Al paso de los minutos y como su amigo no salía, decidieron ir hasta la caseta a mirar desde el umbral de la puerta. No tuvieron respuesta al llamado, habrían alumbrado con las linternas de sus teléfonos celulares y no lo veían; a la vez notaron la existencia del pozo.
Después de esto comenzaron a buscar en los alrededores y al temer que algo le hubiera pasado en el lugar donde fue visto entrar decidieron dar aviso a la Policía.
Efectivos de la Comisaría Primera dialogaron con Diego y Sol, los amigos de Juan Pablo. Ellos aportaron todos los detalles en torno a la situación.
Al observar la existencia de un foso con agua solicitaron intervención a personal de Bomberos de la Policía.
En una primera búsqueda no pudieron dar con el joven. Después de analizar las cámaras de seguridad instaladas en los alrededores, los efectivos constataron que el joven entró a la casilla, pasadas las 2, y ya no salió.
Por la mañana continuaron los trabajos en el lugar y finalmente lograron encontrar el cuerpo sin vida del estudiante.
Con una bomba de succión, efectivos de bomberos pertenecientes al Grupo Especial de Rescate y Salvamento sacaron el agua, mientras retiraron restos de colchón, baldes y otros desperdicios. Entre todo esto estaba el cadáver.
De acuerdo a información extraoficial, por alguna razón no precisada el joven cayó al foso, cuya profundidad sería cercana a los dos metros, y en la acción habría sufrido un golpe.
Ramos vivía en un alquiler de la calle Salta al 600. Nacido en la ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos, e hijo de un efectivo de la Gendarmería Nacional Argentina, vivía en Corrientes porque cursaba la carrera de Periodismo.
Su cuerpo fue llevado al Instituto Médico Forense para establecer con certeza la causa de la muerte que, en principio, sería asfixia por sumersión.