El acusado confesó darle cerca de 20 blíster a un hombre, quien luego los comercializó.
Un guardia de seguridad fue detenido en Santa Fe acusado de robar medicamentos del hospital donde trabajaba y luego venderlos. El acusado confesó darle cerca de 20 blíster a un hombre, quien luego los comercializó entre los vecinos.
El inusual caso sucedió en el centro de salud «Itatí», ubicado en la calle Garibaldi al 2500, cuando un guardia de seguridad privada fue denunciado por una vecina por robarse medicamentos del hospital.
En la madrugada de este martes, efectivos policiales acudieron hasta dicha institución médica por la concentración de vecinos en la puerta, donde reclamaban la venta ilegal y hasta mostraban los diversos blíster entregados.
Conforme a lo detallado por el medio Rosario 3, en medio del tumulto, el supervisor de la empresa de seguridad privada llegó al hospital y les comentó a los oficiales que el acusado confesó haberse robado cerca de 20 tabletas de distintos medicamentos.
Según explicó, el empleado las robaba y se las entregaba a un tercero, quien se encargaba de venderlas en el barrio.
Ante el conocimiento del caso y la confesión del acusado, se determinó la detención de Marcos Celestino B, de 34 años y con domicilio en Villa Gobernador Gálvez. El sujeto quedó a disposición de la Justicia y está arrestado en la comisaría 21°.
Otros casos similares sucedieron en La Matanza y San Francisco Solano, en la provincia de Buenos Aires.
En el primero un enfermero fue demorado por robarse ampollas de fentanilo del Hospital Interzonal General de Agudos doctor Diego Paroissien.
Las autoridades comenzaron a observar que faltaban ampollas del potente fármaco en el edificio público y tras las primeras averiguaciones constataron que la persona detrás del robo era un enfermero de un servicio privado de ambulancias.
El siguiente hecho fue conocido a mediados de febrero de este año cuando una enfermera fue demorada por falsificar recetas médicas para adquirir fentanilo y morfina.
Fuentes del caso explicaron que «la mujer falsificaba prescripciones médicas que recomendaban el suministro de morfina y fentanilo».
«Esos insumos están destinados a pacientes del hospital, con estas acciones la mujer lograba sacarlos de la circulación interna», sostuvieron, y agregaron: «Había personas ajenas al hospital que retiraban le medicación recetada de la farmacia hospitalaria. Las recetas apócrifas también tenían sellos y firmas falsificadas».