La víctima tenía 59 años, era peluquero y vivía en Mar del Plata. Se descompensó durante la entrevista y falleció en una clínica.
Diego Scenna tenía 59 años, era peluquero, vivía en Mar del Plata y, mientras daba una entrevista radial donde contaba el hecho de inseguridad que había vivido horas antes, se descompensó y murió.
Hasta su casa ubicada en Rivadavia y Tierra del Fuego, del barrio Don Bosco”, llegó el cronista de Radio Brisas. En medio de la nota le contó que había ido a dar una vuelta y cuando llegó se encontró con que habían forzado la puerta de una patada y se llevaron muchas pertenencias.
“Trabajaron impunemente, pudieron entrar, robar e irse sin problemas. Hicieron un agujero en la puerta y por ahí entraron y salieron. Es el modus operandi. Estoy asombrado por la impunidad que tienen, porque fue a la vista de todos. Trabajaron muy tranquilos. Se llevaron cosas manuales: nos vaciaron un bolso donde teníamos cosas que, evidentemente, a ellos no les servían y entonces lo cargaron con otra”, agregó.
Además remarcó que “este es el barrio Don Bosco y todos sabemos la problemática. Se vive muy mal, uno no tiene derecho a distraerse”. Y contó que hubo otros hechos similares en la zona.
Producto de la angustia y el estrés que le generó el hecho, Senna empezó a sentirse mal y se descompensó. El audio con sus últimas palabras quedó registrado en la página web de la emisora local.
Mientras relataba lo sucedido, se descompuso y el periodista tuvo que cortar la nota. “Te entiendo, gracias. Da mucha pena ver a un laburante. ¡Uy! Se acaba de descomponer: “Te voy a cortar porque hay que asistirlo”, dijo el periodista al aire. Rápidamente, trasladaron al peluquero de urgencia a una clínica privada Colón, pero murió horas más tarde.
Tras el episodio el periodista Diego Mena volvió al aire y contó lo que pasó: “Cuando estábamos terminando la nota con Diego, se descompensó y se desmayó prácticamente en mis brazos. Tuvimos que terminar abruptamente la nota”.
Y siguió: “No hubo una puñalada ni una bala ni un golpe, pero sí un efecto tremendo. Diego no soportó lo que le pasó”.
Menna también contó que fuera del aire, Scenna le había relatado que en su casa hay alarma, pero al tener un gato, no conectaba el sistema de sensores de movimiento y dejaba solo el de la puerta, que a su vez solo se activa al abrir la cerradura. Los delincuentes, seguramente, sabían que al romper la puerta la alarma no sonaría.