Una actriz de «Rebelde» reveló que fue víctima de abuso

La actriz de «Rebelde» Azul Guaita reveló esta semana que fue víctima de abuso sexual cuando era «como tres años hasta los 12 o 13», y aseguró que el único motivo por el que no denunció lo ocurrido fue porque no quiere ver al culpable de nuevo.

«Yo fui abusada desde que tenía como tres años, hasta los 12 o 13 y quiero compartirlo porque sé que hay muchas personas que pasaron por eso y quiero sacar algo bueno de eso y que quiero compartirlo porque sé que muchas personas han pasado por eso«, expresó Guaita en el podcast «Soy todo lo que soy», de Manu Barrios.

«Yo me sentía muy culpable por nunca decirlo, por nunca hacer nada al respecto. Sentí que era mi culpa porque me dejé, pero estaba chiquita, no sabía que estaba pasando», agregó la actriz que le da vida a Jana Cohen, la versión actual del personaje Mía Colucci que interpretó Luisana Lopilato en la producción original de «Rebelde Way».

«Me decían ‘vamos a jugar a las escondidas’, y no estábamos jugando a las escondidas, y siento que a muchas personas les pasa y platicándolo siento que ayudo a alguien y eso es suficiente«, aseguró.

Guaita, de 21 años, también contó que no hizo la denuncia formal por abuso sexual por miedo a tener que ver de nuevo a quien la atacó repetidas veces, pero hablando del tema con sus familiares descubrió que otras mujeres de su clan habían sido víctimas de la misma persona.

«Es alguien de mi familia, es lejano, pero de mi familia. Mi familia ya lo sabe, pero hay mucha gente de mi familia que no lo entiende todavía, lo sigue cuidando y tomando de su lado porque dicen como ‘ah, es que está solo porque su mamá se acaba de morir’ y no sé qué», reveló Guaita.

«Realmente nunca he podido llevarlo a las autoridades por todo el tema de que si pasó hace un chin… ya no funciona, que si no tiene pruebas, y a parte no quiero verlo«, explicó la actriz mexicana.

«O sea, ir al juzgado o a la corte, no sé qué sea, y tener que verlo, es algo que no puedo hacer», reconoció, lo que prueba una vez más que los tiempos de las víctimas y los de la Justicia, sea en México o en otro país, son muy distintos.