La chica de 18 años está internada. Según la madre del acusado su hijo tiene un retraso madurativo. Mañana será indagado por intento de femicidio.
43 puñaladas recibió un chica de 18 años que fue abusada sexualmente en un descampado de la zona norte de la ciudad de San Luis.
Como sospechoso del ataque detuvieron a un compañero de escuela de la misma edad por «tentativa de femicidio».
La víctima permane internada «estable» y bajo «observación» en el hospital Ramón Carrillo.
Mañana se realizará la audiencia de formulación de cargos al acusado, quien al momento de ser apresado manifestó tener un retraso madurativo.
El hecho ocurrió ayer por la tarde en un descampado ubicado en el Barrio 131 Viviendas pegado al Anexo III del barrio Eva Perón de la ciudad de San Luis.
La fiscal Virginia Palacios Gonella sostuvo que la Policía y la Justicia intervinieron luego de producido el ingreso de la víctima al área de urgencias del Hospital Carrillo.
Ahí tomaron un primer contacto con la joven, quien «presentaba múltiples lesiones», aunque los «médicos dijeron que, en principio, estaba estabilizada y lúcida, ubicada en tiempo y espacio, por lo que era posible tomarle una entrevista».
«Nos contó que ella cursa el quinto año y que había quedado con un compañero en encontrarse en un lugar a tres cuadras de la escuela, y que en dicho lugar esta persona arremetió contra su integridad sexual, la abusó y le asestó 43 golpes con elementos punzo cortantes, y ella dijo que el agresor utilizó un destornillador», dijo la fiscal, aunque los médicos creen que pudo haber sido utilizado «una llave Phillips».
«Estaba desfigurada y se visualizaban heridas en tórax y espalda, hematomas múltiples en el rostro, cortes múltiples en cráneo», agregó sobre las lesiones, que también se detectaron en miembros superiores e inferiores.
Las heridas fueron confirmadas por la médica forense Marcela Gómez, quien dijo que la mayoría son superficiales, pero que cuatro o cinco de ellas tuvieron mayor profundidad, aunque no comprometieron órganos vitales.
Según Palacios Gonella, la joven » no podía hacer otra cosa que llorar durante la entrevista, pedía una Virgen y los médicos le acercaron la imagen de una que había en el hospital» y solicitaba «ayuda porque tenía mucho miedo».
Se secuestró las prendas de la joven » con sangre» con el objetivo de buscar algún fluido que no sea de ella para un cotejo de ADN.
A partir de los datos aportados por la víctima, los hallados luego por personal de la comisaría 39na. en la escena del crimen y los dichos de al menos cuatro testigos presenciales, por la noche el juez Ariel Parrilli ordenó el allanamiento de la casa del compañero de escuela de la joven atacada y su detención, lo cual se produjo a la medianoche en e l barrio Cerro de la Cruz.
«A l principio no abrían la puerta. La situación se puso un poco tensa. Pensábamos que podía escapar, pero finalmente abrió el papá, se le leyó el oficio, se procedió a la detención, al secuestro de telefonía celular y, lo más trascendente, el hallazgo de prendas de vestir con manchas sangre y con signos de haber sido quemada, no en su totalidad», relató Palacios Gonella.
La fiscal añadió que en la vivienda «había una serie de manuscritos sobre lo que él había hecho ese día».
Palacios Gonela explicó que el acusado, identificado como Facundo Nicolás Brítez (18), no presentó resistencia cuando fue detenido y que su madre aludió que el joven padecía «retraso madurativo», lo que no pudo ser confirmado aún.
«Creemos que fue una acción defensiva por parte de su madre, ya que no contaba con ningún certificado, y además al consultar a sus docentes de quinto año, manifestaron que desconocían ese dato y que su desempeño académico era muy bueno», remarcó.
El acusado «estaba en óptimas condiciones», «no presentaba agresiones externas», y que mañana será sometido a la audiencia de formulación de cargos por «tentativa de femicidio», ya que consideró que «hubo una intención deliberada de extinguir la vida de esta mujer».