Emily Muñoz, integrante del plantel de futsal del Rojo, contó que quedó muy golpeada por lo sucedido el miércoles en Avellaneda, que dejó a 19 simpatizantes trasandinos heridos, y regresó a su país.
Emily Muñoz, una jugadora chilena de futsal que estaba en Independiente, dejó el club a raíz de los graves incidientes ocurridos el miércoles pasado en el duelo entre el Rojo y la Universidad de Chile por la Copa Sudamericana, que debió suspenderse por un enfrentamiento entre hinchadas que dejó simpatizantes trasandinos gravemente heridos. La futbolista, quien se formó en la entidad chilena, decidió dejar la entidad dolida por los acontecimientos recientes.
Múñoz, quien había jugado hasta los 18 en la U, había dejado su país en abril de este año para calzarse la camiseta del Rojo. Con 23 años, incluso había logrado vestir la ropa del seleccionado nacional. Sin embargo, los violentos hechos que tuvieron lugar en el Libertadores de América la semana pasada hicieron que decidiera pegar un portazo y regresar a Chile porque, dijo, la U. es su familia.
“Estaba conversando con mis compañeras, un tema de mi equipo, y mi polola (n. de R.: término que se usa en Chile para referirse a una pareja) me llamó. Ahí me contó y la verdad es que quedé golpeada con la tragedia, muy mal, angustiada por los cabros“, dijo Muñoz en declaraciones al medio trasandino Red Gol.
A raíz de eso, la jugadora no dudó: “Me dije a mí misma, ‘no puedo estar en este equipo’. Al otro día, hablé con el dirigente de Independiente y lo entendió, porque no quería que yo estuviera en un lugar donde no quería. Me fui a despedir del equipo, porque habíamos armado un buen grupo, pero lo que sucedió es más grande“.