Ocurrió en Carolina del Norte. Una nena de 6 años y sus padres resultaron heridos. El agresor está prófugo. Crecen los casos de violencia extrema por cuestiones fortuitas en los Estados Unidos.
Mientras en la Florida se agilizan las reglas para facilitar las condenas a muerte, una seguidilla de hechos de violencia inusitada conmueve a los Estados Unidos por su increíble virulencia. Son hechos fortuitos que derivaron en disparos a quemarropa por cuestiones que en otro contexto concluirían en un simple pedido de disculpas, como equivocarse de timbre o confundirse de automóvil.
El último hecho de una serie que parece interminable sucedió en medio de una típica escena de la vida cotidiana. Varios nenes jugaban al básquet en el jardín de la casa de uno de ellos cerca de Charlotte, en Carolina del Norte, cuando la pelota cayó en el patio de la vivienda contigua. Entonces fueron a buscarla sin imaginarse que el dueño de la casa saldría armado y comenzaría a dispararles.
Una nena de seis años y sus padres, que salieron desesperados cuando escucharon los disparos, resultaron heridos.
Cómo fue el ataque a balazos contra un grupo de niños que jugaban al básquet
El hecho sucedió en el condado de Gaston, cerca de Charlotte. Varios niños jugaban en la casa de uno de ellos. Nada parecía presagiar un hecho de violencia.
Pero una situación normal del juego cambió todo. La pelota cayó en el jardín vecino y unos niños simplemente siguieron el camino que une a las viviendas de los pueblos típicos estadounidenses. Entonces se adentraron en propiedad privada para buscar la pelota. El resultado fue impensado: el dueño de la casa buscó su arma y disparó contra ellos.
Un grupo de niños estaba “jugando al baloncesto, y una pelota rodó y llegó al patio vecino y fueron a buscarla”, dijo a la cadena WBTV Jonathan Robertson, un vecino del lugar. “Nunca esperamos que alguien sacara un arma entre esos niños. Fue una locura”, afirmó.
El dueño de la casa donde jugaban los nenes, William White, salió desesperado junto a su esposa tras escuchar los tiros. Entre el grupo de niños se encontraba su hija, de 6 años. Los tres resultaron heridos. White está en grave estado.