«Fue muy injusto… vieron lo que le ocurrió a algunos de los testigos de nuestro lado. Literalmente los crucificaron», afirmó Trump en un discurso en la Trump Tower de Manhattan, en el que se refirió a sus adversarios como «enfermos» y «fascistas».
Trump prometió apelar el veredicto en su contra que lo halló culpable de 34 cargos de falsificación de documentos contables para esconder un pago destinado a silenciar a una exactriz porno en la recta final de su campaña de 2016.
«Vamos a apelar esta estafa… basándonos en diferentes elementos», afirmó el magnate, que aspira a volver a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre como candidato republicano.
Trump dijo que él quería testificar, como era su derecho, pero que no se lo permitieron.
Expertos legales habían afirmado que al dar su testimonio, Trump se expondría a un interrogatorio de los fiscales que podría perjudicarlo políticamente.
Trump afirmó que para él habría sido un «honor» enfrentar esto. Pero «es muy malo para mi familia, es muy malo para mis amigos y negocios».