Apuntan al establecimiento psiquiátrico en el que el hombre estaba internado hace varios meses en La Plata.
Familiares y allegados de Héctor González velaban sus restos cuando uno de ellos sospechó sobre marcas en el cuerpo.
La despedida al hombre de 68 años tuvo lugar el viernes en La Plata, donde uno de sus hermanos consultó a la funeraria por surcos en el cuello del fallecido.
Desde la casa velatoria le dijeron que, ante la duda, realizara la denuncia y la familia notificó a las autoridades.
Hasta el lugar llegaron agentes de la comisaría Novena de La Plata, labraron un acta y dieron intervención a la fiscalía, que ordenó la suspensión del funeral y el traslado del cuerpo a la morgue.
La sorpresa e indignación llegó con el informe preliminar de la autopsia que determinó que «en principio la muerte fue provocada por una asfixia mecánica».
De esa forma la principla hipótesis se instaló en torno a un asesinato por presiión de la zona respiratoria de González, mientras se inició una causa por «averiguación de causales de muerte».
Los familiares apuntan a la Clínica Santa Teresa de Avila, el establecimiento psiquiátrico donde el hombre estaba internado hace varios meses.
Las primerias pericias descubrieron que uno de los médicos responsables de ese centro asistencial firmó un certificado que especificó como motivo de muerte una «insuficiencia respiratoria que provocó un paro cardiaco».
Dicho documento no hizo referencia a las marcas en el cuello, lo que generó todavía más dudas y sospechas.