El gobierno chavista impidió el ingreso de dirigentes y políticos argentinos, ecuatorianos, chilenos y españoles, sin motivo.
El senador de La Libertad Avanza Francisco Paoltroni (Formosa) se sumó a la lista de veedores internacionales y periodistas deportados por el Gobierno venezolano. A menos de 36 horas de la elección que podría cambiar el color político en Venezuela, el gobierno chavista deportó a una gran cantidad de dirigentes y periodistas que participarían de la elección de este domingo como veedores internacionales.
Es la primera vez que el gobierno de Nicolás Maduro, que va por su reelección, tiene serias chances de caer derrotado. Maduro, de 61 años y en el poder desde 2013, tiene como principal rival al diplomático Edmundo González Urrutia, de 74, postulado por la alianza opositora Plataforma Unitaria Democrática ante la inhabilitación política de su candidata original, María Corina Machado, y otros dirigentes.
En su cuenta de X, Paoltroni relató la situación. El motivo por el que fue deportado, según la carta que mostró Paoltroni, es que «no cumple con el perfil para ingresar al territorio nacional en calidad de turismo».
El legislador no es el único argentino rechazado. El diputado nacional del PRO Francisco Bongiovanni (Santa Fe) denunció también que fue deportado por el departamento de Migraciones venezolano. «Ya no estoy incomunicado. Me deportan. Me subieron a un vuelo a Panamá que está por despegar. Valió la pena intentarlo. Lo del domingo será histórico. Hasta el final, Venezuela», relató Bongiovanni en sus redes sociales.
A ellos se suma el periodista Jorge Pizzaro, quien también denunció haber sido demorado en el aeropuerto de Caracas, donde lo «interrogaron severamente unas diez veces», le sacaron «14 fotos» en diversos escenarios y le retuvieron el pasaporte.
De vuelta a Panamá
El veto a un vuelo en el que exgobernantes latinoamericanos iban a viajar de Panamá a Venezuela para ser observadores electorales y una nota de protesta de Chile motivada por la deportación de otros veedores aumentaron la tensión.
Autoridades venezolanas impidieron el despegue desde el aeropuerto panameño de Tocumen de un vuelo de Copa Airlines que tenía entre sus pasajeros a los exmandatarios, denunció este viernes el presidente de Panamá, José Raúl Mulino. Se trata de los exgobernantes Mireya Moscoso (Panamá), Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Jorge Quiroga (Bolivia) y Vicente Fox (México), miembros de la derechista Iniciativa Democrática de España y las Américas (Grupo IDEA) y fuertes críticos de Maduro.
«El avión (estaba) lleno, completamente lleno, de venezolanos que iban a votar», relató Moscoso en una rueda de prensa. «Vimos lágrimas, (gente) llorando diciéndonos: ¡por favor, quédense, no se vayan!». Fox, en tanto, lo consideró una «mala señal».
El miércoles, el poderoso líder chavista Diosdado Cabello adelantó que se les impediría la entrada. «Si usted no está invitado a una fiesta, ¿qué le dicen? (…), le dicen: ‘por favor, tenga la amabilidad, y se retira’ (…). Son showseros», dijo Cabello en la televisión estatal. «Acá no van a venir a joder», agregó.
El gobierno chileno, por su parte, envió una nota de protesta a Venezuela por negar el ingreso al país de los senadores conservadores José Manuel Rojo Edwards y Felipe Kast, que viajaron para ejercer como veedores y que fueron regresados a su país. «Eso demuestra que todas las palabras de algunos que dicen que esto es una democracia, es simplemente una gran mentira», aseguró Kast.
También diez congresistas y eurodiputados del Partido Popular (PP) español, así como una parlamentaria de Colombia y otra de Ecuador, denunciaron su deportación a su llegada al aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas.
Estos incidentes se suman a las alarmas que despertó en la región una advertencia de Maduro sobre «un baño de sangre» si ganase la oposición, palabras por las cuales los presidentes de Brasil y Chile, Luiz Inácio Lula da Silva y Gabriel Boric, expresaron preocupación.
También este viernes, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, hizo un «llamado urgente para que cesen todas las formas de hostigamiento y persecución contra la oposición política y el proceso electoral en sí». Se dijo preocupado de «ver cómo ahora las figuras recalcitrantes de una vieja política quieren perpetuarse en el poder, quieren mantener a esta próspera nación secuestrada».