El neerlandés Max Verstappen fue declarado este domingo campeón del mundo de Fórmula 1 tras una penalización a su rival monegasco Charles Leclerc (Ferrari) poco después del final del Gran Premio de Japón, disputado en el circuito de Suzuka, que estuvo interrumpido alrededor de dos horas por la lluvia.
Al término de una carrera interrumpida en la tercera vuelta debido a las condiciones meteorológicas y a dos abandonos, Verstappen (Red Bull) cruzó la línea de llegada delante de Leclerc y de su compañero mexicano Sergio Pérez (Red Bull).
Pero Leclerc, segundo en el Mundial, fue finalmente penalizado con cinco segundos y perdió su plaza en beneficio de Pérez.
Este cambio de posiciones permitió al holandés de 25 años, que necesitaba sacar ocho puntos en la prueba para hacerse con el título, ser coronado como campeón del mundo por segunda temporada consecutiva.
Al principio, el propio Verstappen asumió que debía esperar a otra carrera para ser campeón del mundo.
Interrogado tras entrar en meta, Verstappen celebró la victoria pero no el título.
«El campeonato hubiera sido genial haberlo ganado aquí, pero tenemos otra oportunidad en la próxima carrera», dijo, pensando ya en el Gran Premio de Estados Unidos, según consignó la agencia de noticias AFP.
Pero en ese momento, Leclerc recibió una penalización de cinco segundos por haberse salido de la la pista en la última vuelta y haber «sacado ventaja» de ello respecto a Pérez, que lo perseguía.
Verstappen había dominado con autoridad una carrera acortada debido a su interrupción, entrando en meta con 26 segundos de ventaja sobre Leclerc y 27 respecto a Pérez.
La carrera fue recortada ya que debe pararse tres horas después de la salida inicial.
Tras salir en pole position en esta 18ª carrera de la temporada (de 22), Verstappen (Red Bull) mantuvo la cabeza, en la primera salida a las 14 locales (2 de la madrugada en la Argentina), pese al buen comienzo y el intento de adelantamiento por parte de Leclerc.
Primero muy difíciles para los pilotos, incómodos con la lluvia y el agua, las condiciones mejoraron tras la segunda salida, al calmarse la lluvia.
«No se veía nada. Me sorprendió que se diera la salida, era peligroso. Se juega con fuego y, garantizo que habrá accidentes si se reanuda la carrera en estas condiciones», reaccionó el tailandés Alex Albon (Williams), que abandonó debido a problemas mecánicos.
El español Carlos Sainz (Ferrari) también abandonó tras un accidente.
El chino Zhou Guanyu (Alfa Romeo) y el alemán Sebastian Vettel (Aston Martin) protagonizaron trompos en la primera vuelta pero continuaron.
La carrera fue parada para permitir la evacuación de los dos autos.