Se cumplen 40 años del lanzamiento del sépetimo disco del Jefe, que fue un verdadero éxito y resultó su álbum más vendido.
El 4 de junio de 1984, hace 40 años, el rock tuvo uno de esos momentos que con el tiempo se vuelven históricos. Bruce Springsteen, que llevaba poco más de una década de arduo trabajo en el mundo de la música, lanzó un disco que definiría no solo un antes y un después en su carrera, sino también una época. Born in the USA fue su apoteosis, el álbum con el que se consolidó como una auténtica estrella del rock & roll.
Para llegar a ese momento, corrió mucha agua bajo el puente. El hijo preferido de Nueva Jersey había lanzado cuatro excelentes discos en la década del setenta siendo Born to Run (1975) su mayor éxito. El Jefe comenzó los ochenta con el álbum doble The River, que no hizo otra cosa más que consolidarlo en el mainstream del rock, y Nebraska, un disco minimalista y melancólicamente bello, un verdadero desafío tanto para el artista como para la industria discográfica, que vio la luz en 1982 y tiene el mismo origen que su sucesor.
La historia de Born in the USA se remonta al otoño boreal de 1981, cuando Srpingsteen empezó a escribir una canción llamada Vietnam, inspirada en Born on the Fourth of July, las memorias de Ron Kovic, (que más tarde Oliver Stone convertiría en una película protagonizada por Tom Cruise), y, en paralelo, conoció a varios veteranos de guerra.
Esa canción se transformó con el tiempo en Born in the USA, que lleva el nombre de una película de Paul Schrader para la que se le pidió a springsteen que escribiera la música.
El proceso creativo posterior derivó en una avalancha de canciones. Entre el 17 de diciembre de 1981 y el 3 de enero de 1982, grabó varios demos con la intención de registrarlas luego con la E Street Band. La belleza cruda de algunos de esos demos se transformó en el álbum Nebraska.
Entre enero de 1982 y marzo de 1984, Bruce y la banda grabaron entre 70 y 90 canciones. «En ese momento, ya había grabado mucha música», escribió en su autobiografía Born to Run de 2016. «Pero al final, volví a mis grupos de canciones originales. Allí encontré un naturalismo y una vitalidad que no se podía discutir. No eran exactamente lo que había estado buscando, pero era lo que tenía».
Born in the USA es la gran obra de Bruce Springsteen, y lo es por tres motivos: su capacidad compositiva, su carisma como artista y la fuerza arrolladora de The E Street Band, que por entonces estaba conformada por Roy Bittan en piano y sintetizador, Clarence Clemons en saxofón y percusión, Danny Federici en órgano Hammond, glockenspiel y piano, Garry Tallent en bajo, Steven Van Zandt en guitarra acústica y mandolina y Max Weinberg en batería.
A pesar de su ágil coherencia, el álbum tiene cuatro productores listados: el propio Springsteen, su manager y productor Jon Landau, Chuck Plotkin y Steven Van Zandt. De hecho, Van Zandt dejó la E Street Band después del primer lote de grabaciones y fue reemplazado por Nils Lofgren desde 1984 hasta la ruptura de la banda E Street en 1989. Regresó para la breve reunión del grupo en 1995 y luego nuevamente para su reunión en 1999, con Nils también conservando su lugar en la alineación.
Un álbum conformado por canciones memorables
Volviendo al álbum, más de la mitad de las canciones se lanzaron como sencillo. Increíblemente, los siete singles estuvieron entre los diez primeros del Billboard Hot 100. El primero en salir fue Dancing in the Dark, lanzado antes del álbum. Luego vinieron Cover Me y Born in the USA antes de que terminara 1983. El año siguiente vio el lanzamiento de I’m on Fire, Glory Days, I’m Goin’ Down y finalmente My Hometown.
La portada de Born in the USA es una de las más icónicas (y controvertidas) de toda la historia del rock. La fotografía fue tomada por Annie Leibovitz y muestra a Springsteen de espaldas, vestido con sus jeans azules y una camiseta blanca, con una gorra de béisbol roja metida en el bolsillo trasero. Como si los colores azul, blanco, rojo no fueran suficientes, Bruce está parado frente a las franjas rojas y blancas de la bandera de Estados Unidos.
La presencia de la bandera y el nombre Born in the USA unido a lo edificante que suena la canción principal llevó a aquellos que nunca se molestaron en leer la letra y que no sabían mucho sobre Bruce Springsteen, a pensar que se trataba de una especie de pieza patriótica/nacionalista.
De hecho, cuando el disco estaba en lo más alto de los charts, Ronald Reagan, candidato a la reelección contra el demócrata Walter Mondale, dijo durante un acto de campaña en Nueva Jersey que él y el cantautor compartían el mismo sueño americano. Tres días después, en un show en Pittsburgh, Springsteen habló sobre su versión de ese sueño. “Al principio, la idea era que todos viviéramos aquí un poco como una familia donde los fuertes pueden ayudar a los débiles y los ricos pueden ayudar a los pobres. Ya sabes, el sueño americano. No creo que todo el mundo fuera a ganar mil millones de dólares, sino que todo el mundo iba a tener la oportunidad de vivir una vida con cierta decencia y dignidad».
De todas maneras, la posición de Springsteen estaba bastante clara en la letra de la canción (“Me enviaron a una tierra extranjera / Para ir a matar al hombre amarillo”) así como también en sus discos anteriores: sus sentimientos hacia la política estadounidense eran muy críticos.
Born in the USA se convirtió en el álbum más vendido de Bruce Sprinsgteen. En Reino Unido, obtuvo triple platino, con ventas de más de 1.120.000. En los EEUU logró 17 discos de platino, acumulando ventas de más de 17 millones de copias. Las ventas mundiales se estiman en más de 30 millones. Desde entonces, el Jefe siguió edificando su carrera con profundas canciones, decena de discos y shows maratónicos alrededor del mundo.