Lorena Miño se encontraba prófuga desde el sábado último, cuando fueron detenidos otros cinco policías.
La policía de la Ciudad Lorena Miño, acusada de encubrimiento en el marco de la causa por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo en la cabeza en el barrio porteño de Barracas, se entregó esta tarde en los tribunales porteños acompañada por su abogado y quedó a disposición judicial.
Miño se encontraba prófuga desde el sábado último, cuando fueron detenidos otros cinco policías que, al igual que ella, están acusados de haber adulterado la escena del hecho y «plantado» un arma para hacer pasar el homicidio de Lucas como un hecho de inseguridad, al decir que la víctima y tres amigos eran delincuentes que se tirotearon con integrantes de la fuerza de seguridad.