El empate llegó en el tiempo adicional luego de una jugada fortuita que terminó empujando el mediocampista de Boca con su cabeza.
En el debut de la Selección Argentina Sub-23 en los Juegos Olímpicos de París 2024, la derrota 2-1 contra Marruecos estuvo envuelta en polémica debido a una revisión por un offside en el gol agónico de Cristian Medina. Después de una desventaja inicial de 2-0, el equipo dirigido por Javier Mascherano logró empatar en la última jugada del tiempo adicional, pero los incidentes posteriores y la revisión del VAR mantuvieron la incertidumbre sobre el resultado final.
El partido comenzó con los africanos dominando el marcador, poniendo a la Albiceleste en una posición complicada. A pesar de ello, la Sub-23 mostró determinación y logró reducir la diferencia con un gol de Giuliano Simeone.
El empate llegó en el tiempo adicional, cuando Cristian Medina aprovechó un rebote tras un disparo de Nicolás Otamendi que fue desviado por el arquero marroquí y pegó en el travesaño. Bruno Amione, quien estaba cerca de la línea de fuera de juego, capturó el rebote antes de que Medina concretara el gol del empate.
La jugada final fue inmediatamente cuestionada por un offside de Amione. A pesar de que los jugadores se retiraron a los vestuarios debido a los disturbios causados por los hinchas marroquíes, el VAR continuó revisando la acción. Durante casi dos horas, la incertidumbre reinó tanto en el estadio como entre los espectadores que seguían el partido a través de diferentes medios.
El sitio oficial de los Juegos Olímpicos mantuvo el estado del partido como «demorado» durante todo este tiempo, señalando que se estaba revisando la jugada crucial. La falta de comunicación clara dejó a jugadores y aficionados sin información precisa sobre el resultado final. Incluso después de que la organización del evento anunciara que el partido estaba «suspendido», la situación seguía siendo confusa.
Finalmente, tras una larga espera, el partido se reanudó y el arbitro sueco Glen Nyberg anuló el tanto agónico, por lo que todo volvió al 1-2 parcial. Se jugaron solamente tres minutos y dio el pitazo final, firmando un verdadero papelón.