Sus equipos volverán a enfrentarse esta noche en un duelo clave para empezar a conocer a uno de los finalistas de la Copa Libertadores
Marcelo Gallardo y Gabriel Milito no solo comparten una extensa trayectoria en el fútbol, sino también una historia de enfrentamientos tensos a lo largo de sus carreras como entrenadores. Uno de los momentos más recordados ocurrió durante los octavos de final de la Copa Libertadores 2021, cuando ambos protagonizaron un cruce caliente desde los bancos.
El partido de ida de aquella serie entre River y Argentinos Juniors se jugó en el estadio Diego Armando Maradona, en La Paternal, y terminó empatado 1-1. La falta de público en el estadio debido a las restricciones por la pandemia permitió que las cámaras y micrófonos captaran todo lo que sucedía en el campo, incluyendo un tenso intercambio de palabras entre Gallardo y Milito.
Marcelo Gallardo y Gabriel Milito no solo comparten una extensa trayectoria en el fútbol, sino también una historia de enfrentamientos tensos a lo largo de sus carreras como entrenadores. Uno de los momentos más recordados ocurrió durante los octavos de final de la Copa Libertadores 2021, cuando ambos protagonizaron un cruce caliente desde los bancos.
El partido de ida de aquella serie entre River y Argentinos Juniors se jugó en el estadio Diego Armando Maradona, en La Paternal, y terminó empatado 1-1. La falta de público en el estadio debido a las restricciones por la pandemia permitió que las cámaras y micrófonos captaran todo lo que sucedía en el campo, incluyendo un tenso intercambio de palabras entre Gallardo y Milito.
Esta respuesta no calmó los ánimos, y unos minutos después, volvió a pedirle que dejara de quejarse: «Pará un poco, Gaby. No te quiero escuchar más. Te escuché toda la noche». Fue entonces cuando Milito, claramente exasperado, le respondió: «¿Quién carajo sos vos para decirme eso? Vos también te vivís quejando. Lo único que falta es que me digas lo que tengo que decir y que tenga que pedirte permiso a vos».
La tensión entre ambos entrenadores se mantuvo durante el resto del partido, aunque al final Gallardo se acercó a Milito para intentar calmar las aguas con un apretón de manos. A pesar de este gesto de paz, la incomodidad entre ambos quedó latente, y ese cruce se convirtió en uno de los momentos más comentados de aquella edición de la Copa Libertadores.
En el partido de vuelta, disputado en el Monumental, River se impuso por 2-0 con un doblete de Braian Romero, lo que permitió al equipo de Gallardo avanzar a los cuartos de final. Sin embargo, el destino fue cruel para el conjunto de Núñez, que en la siguiente ronda se enfrentó a Atlético Mineiro y fue eliminado con un contundente 3-0 en Brasil.