Habían asistido a un show de Daniel Agostini en un bar y se emborracharon tanto que recurrieron a la violencia para irse sin pagar.
Dos hombres en evidente estado de ebriedad golpearon brutalmente a tres mozas de una cervecería de la localidad de Rafael Castillo, en el partido de La Matanza, con la intención de irse del local sin pagar la cuenta.
«Con ellos tuvimos problemas desde el momento en que reservaron. Nosotros tenemos tolerancia hasta las 22.30 y si no podemos vender a otras personas. Ellos aparecieron a las 12 de la noche», advirtió Daniela, la recepcionista de la cervecería Berlín ubicada sobre Carlos Casares al 500.
En diálogo con el programa de televisión «Arriba Argentinos» Daniela relató que los hombres habían ido a ver el show de Daniel Agostini, que tocó el domingo a la noche en esa cervecería, y que «se levantó durante el show y fue hacia el escenario», aunque esa acción está prohibida.
«Me acerqué a decirle que vuelva a su lugar y no me respondió nada, como si nadie le hubiese dicho nada», recordó la mujer, que fue una de las agredidas y recibió golpes en la cara y la pierna, lo que la dejó con lesiones en el rostro y la rodilla.
Fue necesaria la intervención de un empleado de la cervecería para lograr que el cliente se moviera, y aún así se mostró combativo con un «no me toqués».
Para la recepcionista, el agresor «quedó enojado porque no permitimos que hagan lo que quieran» durante el show y a las 2.20 de la madrugada del lunes, cuando él y su pareja -y otro hombre que estaba con ellos- decidieron retirarse de la cervecería, se negó a pagar la cuenta sólo para tener la excusa de antagonizar.
El caso ya es investigado por el fiscal Matías Marando, de la UFI N° 12 de La Matanza, informó el sitio Infobae. El funcionario buscó no sólo testigos del episodio sino también el video de las cámaras de seguridad de la cervecería, donde se ve la secuencia de no más de 20 segundos en la que resultaron heridas las tres empleadas.
En la pelea intervinieron el personal del local y dos hombres, entre ellos el cliente violento, que fue identificado por las mozas como L. A., al que se ve vestido con una gorra negra, campera verde, pantalón blanco y zapatillas blancas.
El agresor estaba acompañado por un hombre de buzo rojo que tampoco había pagado la cuenta, que no fue identificado por la Justicia y tampoco por las mozas.